Por medio de una denuncia de la Dirección General de Escuelas se detectó documentación apócrifa que llevó al falsificador. Se secuestró material y herramientas que usaba.
Vendía certificados analíticos de la DGE "truchos" en Tunuyán
Este viernes se pudo desbaratar a un falsificador que vendía certificados "truchos" en el Valle de Uco. Gracias a una denuncia de la Dirección General de Escuelas (DGE) los investigadores siguieron la pista hasta el domicilio del adulterador, un militar retirado.
Todo comenzó con una denuncia penal por parte del personal de la Delegación Tunuyán de la DGE de que dos personas habían dejado dos certificados analíticos para ser registrados, uno de ellos era de un aspirante al Instituto Universitario de Seguridad Pública (IUSP) del Valle de Uco. Pero detectaron que ambos eran falsos.
A raíz de esto, personal de la Unidad Investigativa de Tunuyán fue hasta el IUSP Valle de Uco y el aspirante que presentó el certificado falso confesó que había pagado para adquirirlo pero que no conocía al vendedor, que lo hizo por "intermedio de un primo".
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Luego, se identificó a la otra persona que presentó la documentación "trucha" y se pudo conocer que un tercero iba a entregar certificados falsos en en inmediaciones de su domicilio cerca de la Ruta 40 en Tunuyán cuando regresara de su trabajo.
A partir de esto se montó un operativo y los uniformados pudieron identificar a esta persona cuando descendió de un colectivo en la zona y se le encontró en la mochila una carpeta de cartón que contenía siete certificados analíticos a nombre de diferentes personas.
Esa carpeta tenía un remitente y figuraba un nombre con domicilio en Tupungato, por lo que personal de esta Unidad Investigativa, ubicó el domicilio.
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Finalmente se pudo allanar la vivienda donde se secuestró material que era utilizado para falsificar los documentos. Entre ellos, un teléfono celular; una impresora multifunción; una notebook; 11 sellos de distintas entidades públicas y directivos relacionados con la DGE; 14 fotocopias de partidas de nacimiento; 21 fotocopias de DNI; una plantilla modelo plastificada; un estuche plástico con 17 hojas de bisturí; y 19 certificados analíticos apócrifos.
El habitante de la casa, un militar retirado de 52 años, será citado por la Justicia por la causa de falsificación de documentación pública.