Se trata del team manager de la selección francesa de rugby que compartió unos segundos con la presunta víctima en el ascensor y aseguró que no notó "nada raro".
Un testigo puede complicar a la denunciante de los rugbiers
Un nuevo testigo que declaró desde Francia a través de una videollamada con la Justicia de Mendoza, aportó un testimonio clave a favor de los rugbiers de la selección francesa acusados por una mujer mendocino de presunta violación, durante la estadía de los deportistas en nuestra provincia en el contexto del partido ante Los Pumas.
Se trata de Patrick Arlettaz, team manager del combinado galo, quien compartió cerca de 20 segundos con la presunta víctima dentro del ascensor del hotel Diplomatic, donde se hospedó la delegación europea y en el momento en el que la mujer de 39 años ya se estaba retirando del inmueble.
La escena ocurrió a los 8.43 horas del domingo 7 de julio, segundos después que la denunciante abandonó la habitación donde se alojaban Oscar Jégou y Hugo Auradou. En las imágenes se observa que no hay intercambio de palabras, pero que la mujer en un momento le sonríe al asistente francés. A continuación, el entrenador sale y la denunciante continúa su descenso.
#Video El momento en el Patrick Arlettaz, el team manager de la selección de rugby de Francia, compartió el ascensor con la mujer que denunció a los jugadores Hugo Auradou y Oscar Jégou por el delito de abuso sexual. pic.twitter.com/PgnQdugsC2
— Mendoza Post (@MendozaPost) August 16, 2024
En su declaración, como indica Infobae, Arlettaz aseguró que no notó nada extraño en aquel momento en el que se cruzó con la mujer. "Asimismo, sostuvo que, si hubiera advertido alguna expresión de llanto, gritos, dolor o nervios, lo recordaría porque él está en todos los detalles por ser el team manager del equipo", agregó.
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También manifestó que vio todas las prendas de la joven "bien puestas" y sin roturas. También se le mostró la foto del momento exacto en el que la mujer le sonrió en el ascensor. El entrenador la reconoció. Afirmó que era ella y que le había sonreído, completaron las fuentes consultadas. El testimonio, así, se volvió una pieza clave para la defensa de los acusados, a cargo del abogado Rafael Cúneo Libarona.
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