La Fiscalía que lleva a cabo la investigación contra los franceses Oscar Jégou y Hugo Auradou, actualmente detenidos, estaría inclinándose por una de las medidas debido a que consideran en el Poder Judicial que sería el mal menor.
¿Domiciliaria o cárcel para los rugbiers?: la Justicia se inclina por una opción
Uno de los últimos casos policiales que sacudió a la sociedad argentina es la denuncia y detención por abuso sexual contra dos rugbiers franceses, quienes fueron acusados por una mujer de haberla violado y golpeado en un hotel del centro de Mendoza. El ataque, según la denunciante, se produjo en la madrugada del domingo 7 de julio, luego del partido que la selección de Francia disputó contra Los Pumas en el Estadio Malvinas Argentinas. Ahora, la Justicia local debe definir si envían al penal a los dos jugadores o les otorga la prisión domiciliaria, la cual ha sido solicitada por su abogado defensor. El Ministerio Público Fiscal tendría una inclinación hacia una de estas opciones, según indicaron fuentes del mismo organismo: otorgarles el beneficio de la prisión domiciliaria.
Mientras la Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual examina las pruebas de las partes y el pedido de domiciliaria del abogado de Oscar Jégou y Hugo Auradou, la presunta víctima recibió el alta médica, debido a que sufrió una hipotimia en una clínica donde le estaban realizando una serie de estudios médicos. Allí quedó internada.
A los jugadores franceses los defiende en Mendoza Germán Hnatow, quien había rendido para fiscal pero nunca lo nombraron y decidió comenzar a litigar en el sector privado. El letrado tomó la defensa porque habla francés, aunque la encabeza Rafael Cúneo Libarona, el hermano del ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona. Luego de varios días de exposición mediática, Rafael dejó brindar entrevistas porque no estaba ayudando mucho a sus clientes, cada vez que hablaba parecía que los enterraba más. Responsabilizaba a la mujer por lo sucedido y cometió un fallido: "Se queda dormido quien golp...".
Durante esos encuentros con la prensa mendocina, nacional e internacional, insistió en que cree en la inocencia de sus defendidos y los calificó como "chicos sanos". Mientras esas entrevistas se sucedían, Hnatow solicitaba la prisión domiciliaria (porque está matriculado en Mendoza y el hermano del ministro no) para los rugbiers. Los tres argumentos fuertes para solicitar este beneficio son: no hay peligro de fuga, temen por la integridad física de los jugadores en la cárcel y también, porque en ese contexto de encierro, al no saber español podría producirse una situación muy compleja para los sospechosos.
Ver: El abogado de los rugbiers franceses teme que en la cárcel los violen
La prisión domiciliaria o la cárcel son las instancias que se debaten en el Ministerio Público Fiscal. El procurador adjunto, Gonzalo Nazar, está a cargo de todas las jefaturas fiscales y este caso, que tiene interés nacional y en Francia, le genera más preocupación. Al indagar sobre fuentes judiciales sobre cuál podría ser el destino de Jégou y Auradou, le respondieron al POST que "hay una predisposición fiscal a otorgarles el beneficio de la prisión domiciliaria".
Nadie desconoce dentro del Poder Judicial que esta medida sería socialmente criticada, porque si los acusados por el mismo delito en las mismas circunstancias fueran dos jugadores de fútbol de El Algarrobal, de Sacachispas o Desamparados, por citar algunos al azar sin ningún prejuicio, esos futbolistas probablemente ya estarían en el penal o muy pronto a ingresar.
Sin embargo, las fuentes consultadas manifestaron que, a sabiendas de las críticas sociales, van a argumentar en la Fiscalía el tema del idioma y lo perjudicial que podría ser, incluso en términos diplomáticos, si a los acusados les sucede alguna desgracia intramuros.
Ver: Insólitos dichos del abogado de los rugbiers: "Una señora de 40 sabe lo que hace"
En ese sentido, se sabe que el abogado defensor Germán Hnatow ya estuvo buscando una casa para alquilar con el objetivo de que sus clientes aguarden fuera de prisión, seguramente con tobillera electrónica, el resto de la instrucción fiscal hasta el momento del juicio.