Para la Justicia, no hay suficientes pruebas o riesgo de fuga del hombre.
Quedó libre el detenido por la desaparición de la jubilada en San Rafael
Silvia Zulema Chávez (73), enfermera jubilada y con domicilio en calle Ecuador al 1600 de San Rafael, está desaparecida desde el 19 de julio de 2022. El único hombre que estaba detenido, imputado por "homicidio simple y hurto", fue liberado por la Justicia por falta de pruebas o riesgo ante una posible fuga.
El juez Sergio González ordenó este jueves que Mauricio Albornoz, quien fue inquilino de la mujer desaparecida, quede en libertad por que considera que no existe suficiente prueba o no existe riesgo de fuga para que siga detenido durante la investigación. El fiscal Javier Giaroli lo considera el principal sospechoso por la desaparición de la Chávez, aunque no han encontrado ningún rastro de la mujer en los rastrillajes.
Albornoz y su pareja le habían alquilado un departamento interno a Chávez previa a la desaparición. Incluso se difundió un audio de la mujer llamando al 911 alertando que tenía "miedo" por las actitudes que tenía y "avisaba" cuál era la situación por "si le pasaba algo" y "no tenía tiempo de explicar todo" en un hipotético segundo llamado. La causa, en tanto, pasará la Unidad Fiscal de Género por "femicidio" pese a que ya se venían cumpliendo todos los protocolos correspondientes.
Por el momento hay muchas sospechas e hipótesis pero pocas certezas en la causa. Si bien Chávez estaba desaparecida desde julio, recién a principio de noviembre su excuñada realizó la denuncia por paradero: en verdad, fue a la comisaría a preguntar si había novedades en la causa y ahí se enteró que no había ninguna investigación. Pensaba que Lucía, hermana de Silvia, había realizado la denuncia pero jamás la hizo.
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Lucía había estado durante fines de octubre en la casa de Silvia, debido que hay un conflicto por la sucesión, y había limpiado todo el domicilio. En videos de la mujer que tenía en su celular, previa a tomar posición del inmueble, puede verse desde el exterior, mucho desorden y elementos rotos.
Albornoz, en tanto, ya tenía condenas previas. Estuvo dos meses sin pagar el alquiler y se apoderó de unas ventanas que Chávez le iba a regalar a un sobrino que vive en Córdoba. Además, tampoco fue a buscar dinero que le habían ofrecido devolverle.
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Si bien una hipótesis es que Chávez esté viva, las posibilidades se acotan debido a que es insulinodependiente y no buscó más su medicación. Tampoco cobró sus jubilaciones desde julio y no tiene recursos económicos para irse a otro lugar. Otra hipótesis es que esté internada en un hospital o geriátrico, aunque la Policía recorrió todos los lugares posibles y no la encontraron en ninguno.