Darío Nora, fiscal de Delitos Contra la Integridad Sexual, decidió comenzar una investigación por lo sucedido la semana pasada. Es contra miembros del Sindicato Unido de los Trabajadores de la Educación.
Por la denuncia de la UCIM, imputan por abuso sexual a miembros del SUTE
El fiscal de Delitos Contra la Integridad Sexual, Darío Nora, comenzó una investigación e imputó por supuesto abuso sexual contra miembros del Sindicato Unido de los Trabajadores de la Educación (SUTE) luego de la denuncia del personal de seguridad de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM) por un hecho de la semana pasada.
El viernes, la UCIM realizó una denuncia, pero en ese momento era por una agresión. En un comunicado, la entidad detalló que el pasado viernes 25 de noviembre "el edificio de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza fue atacado por miembros del SUTE y muy lamentablemente, algunas de las personas que estaban en la recepción también".
"La UCIM sufrió en carne propia la violencia de quienes no conocen de diálogo, ni respeto por las instituciones, ni siquiera por otros trabajadores", expresaron en el comunicado. Detallaron además que un grupo de más de 20 "sindicalistas" ingresó por la fuerza a las instalaciones de la UCIM, en donde también funcionan numerosas oficinas de la DGE". Según lo expuesto, estas personas intentaban realizar un reclamo ante la Dirección de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos (organismo que también funciona en Patricias Mendocinas 1157 de Ciudad) y cuya titular no se encontraba en ese momento.
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"Llegaron hasta el 3° piso, intentando tomar el edificio y solamente cuando llegó la Policía, comenzó a serenarse la situación", manifestaron desde la UCIM y agregaron que "la puerta de ingreso al lugar sufrió daños". Desde la Unión Comercial e Industrial de Mendoza confirmaron que ya realizaron la denuncias correspondientes.
Pero este viernes, se conoció que la denuncia que se hizo y la cual se comenzó a investigar, es por abuso sexual. En el Expediente 124436/22 del Ministerio Público Fiscal, se describe que "un grupo de aproximadamente 50 personas ingresaron violentamente al lugar, vociferendo insultos y amenazas, pateando la puerta de ingreso".
Luego, el mismo texto, indica que acorralaron a la mujer que realiza seguridad en la oficina y le "propinaron golpes de puño y patadas en el pecho, espalda, cuello y piernas mientras intentaban bajarle el pantalón".
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Además, indica que en el forcejeo la "agarraron de sus pechos" y la empujaron, le "propinaron una patada en la vagina para luego efectuarle tocamiento con la mano abierta". También, que uno de ellos "se puso por detrás y le apoyó el pene en los glúteos haciendo movimientos pélvicos simulando una relación sexual". Estos hechos según el Ministerio Público Fiscal, están calificados como abuso sexual simple en concurso real con lesiones dolosas previsto por los artículos 119 1° párrafo, 55 y 89 del Código Penal.