El fiscal a cargo de la causa, en la que murieron 12 ancianos casi al mismo tiempo, busca establecer responsabilidades. Por el momento, el padre Yañez, una médica y una enfermera están en la mira; pero falta saber si las autoridades de salud del departamento estaban al tanto.
Los puntos oscuros en las muertes por Covid en el geriátrico de San Rafael
A finales de junio una dura noticia llegaba del Sur mendocino: 14 ancianos de un geriátrico murieron casi simultáneamente por un brote de Covid-19. El caso comenzó a ser investigado por la Justicia sanrafaelina para establecer qué sucedió en este hogar de Monte Comán dirigido por el ex sacerdote Fernando Yañez. Por el momento, el fiscal Javier Giaroli caratuló la causa como homicidio culposo pero aguarda tomarles testimonial a los ancianos "sobrevivientes" para determinar si pudo existir el dolo eventual, es decir que los responsables sabían qué podía suceder cuando ocurrió el primer contagio y si a los internados no les aplicaron la vacuna contra el coronavirus por una decisión antisanitaria.
Sobre estos dos últimos aspectos, el magistrado tendrá como próximo horizonte saber si las autoridades de Salud del departamento estaban al tanto de lo que ocurría en el geriátrico.
Por el momento, Giaroli ya citó para tomarles declaración informativa al padre Yañez, a la médica del geriátrico de apellido Parlavecchio y a una enfermera de apellido Ponce. La informativa es una instancia intermedia entre ser testigo y estar acusado, por lo cual los asiste el mismo derecho que en la imputación y los tres se abstuvieron de declarar. Además, en los próximos días el fiscal llamará a testimonial a los ancianos que quedaron vivos. Luego, podrá definir si acusa al ex sacerdote, a la doctora y a la enfermera.
En ese sentido, hay una mujer de unos 90 años del geriátrico, quien dio declaraciones a la prensa, de quien Javier Giaroli espera su declaración para que ratifique lo manifestado públicamente. Es importante este testimonio porque la anciana contó que ella quería ser vacunada y no era necesario pedirle autorización a un familiar, porque está lúcida. En el caso de otros internados, que tiene problemas psiquiátricos, sí se precisa del permiso. "Hay algunos familiares que dieron hasta tres veces el consentimiento para que vacunen a sus padres y no lo hicieron", contó el fiscal. En limpio: en el geriátrico no vacunaron a ningún anciano.
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Sucede que en el geriátrico se produjo un primer caso de Covid-19 y para este tipo de situaciones hay un protocolo obligatorio para todo estos sitios, que no fue cumplido. La primera persona contagiada debería haber sido aislada, enviada con sus familiares y esto nunca sucedió ni se comunicó.
El fiscal le explicó al POST que el primer anciano al que le detectaron coronavirus no quedó internado y esto produjo el brote por el que murieron 14 personas casi en simultáneo. Sobre este punto, en el caso de la médica (que reemplazó al médico del geriátrico porque se contagió) sabía que tanto ese paciente como otros tenían Covid porque ella tenía los resultados de los PCR; así y todo no se hizo nada.
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Además, hubo un hecho muy extraño que relató Giaroli: "La médica, por estar embarazada, nunca fue al geriátrico, y firmó 12 certificados de defunción de manera remota, sin ver a los pacientes. A 12 les puso como causa de muerte paro cardiorrespiratorio no traumático, pero todos eran Covid positivo". Es decir, hubo un brote pero de paros cardíacos y no de coronavirus, según la profesional. "A la única anciana que murió y le certificaron la causa del deceso por neumonía por Covid fue porque la internaron en el Hospital Schestakow, y no fue ella quien firmó la defunción, al igual que otro de los fallecimientos", explicó el fiscal.
Evidentemente, una situación anómala sucedió en el geriátrico Hogar San Luis Gonzaga de Monte Comán. El padre Yañez ha hecho declaraciones en distintos medios mostrando una postura antivacuna. Por ello, Javier Giaroli le secuestró el teléfono porque, además de las responsabilidades que le puedan caber, "también es personal estratégico", detalló.
No obstante, si algún familiar se hubiese negado a que un anciano reciba la vacuna contra el coronavirus se podía solicitar la autorización del Juzgado de Familia, por lo que Giaroli destacó: "De los 40 geriátricos que hay en el sur mendocino, el único que no vacunó a sus internos fue el del Yañez".
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En esa línea, el fiscal sostuvo que es muy llamativo que "no internaron a nadie del geriátrico. Se puede entender que alguien de 98 años con Covid internarlo podría significar un ensañamiento médico porque no va a sobrevivir. Pero 13 casos que no fueron internados y solo a uno lo llevaron al hospital... no sé".
La causa por las muertes de los ancianos concentra unas serie de responsabilidades que pueden ser distintas para cada uno de los protagonistas. Entre ellas, establecer cómo era fiscalizado el geriátrico por las autoridades de salud de San Rafael. En esa línea, la enfermera Ponce también trabajaba en el centro de salud de Monte Comán y era la encargada del hisopado y de la vacunación, por lo cual debía llevar las vacunas al hogar San Luis Gonzaga. Por lo tanto, ella podía fácilmente vacunar a los ancianos.
Sobre este punto, el fiscal Giaroli explicó que cada frasco de AstraZeneca son 10 dosis y se pueden hacer hasta 13 vacunas en algunos casos. Por lo cual, si algunos familiares no hubiesen prestado el consentimiento para vacunar a sus padres internados, se terminaba vacunando al personal estratégico como cocineras, limpieza, asistentes, entre otros. Es decir, aclara el magistrado, no se hubiesen desperdiciado dosis al abrir un frasco de vacunas.