Tras 4 años tras las rejas, el joven de 24 años dio una entrevista con detalles sobre lo ocurrido en Villa Gesell. La segunda parte de la nota fue publicada el miércoles.
Thomsen dijo que después de matar a Fernando "quería comer y dormir"
El rugbier Máximo Thomsen, condenado por el crimen de Fernando Báez Sosa, habló por primera vez ante las cámaras en una entrevista con Telenoche. En la segunda parte, que fue publicada el miércoles, contó cómo fue el momento posterior a la pelea en Villa Gesell "sólo quería ir a comer y a dormir", al tiempo que afirmó que reza "todas las noches" para que la víctima "tenga paz" y a los padres del joven asesinado les pidió "perdón, perdón y perdón".
"Yo siempre quise pedir perdón, pero también sé que el perdón no es suficiente porque uno puede decir ´me está diciendo perdón´, pero no puedo recuperar nada de lo que pasó. Ojalá pudiese recuperar eso que pasó. Lo único que tengo para decir es perdón, perdón y perdón y que ojalá descanse en paz y pueda encontrar paz en su corazón", sostuvo el oriundo de Zárate.
Además, Thomsen agregó nuevas declaraciones: "No pido que me perdonen, porque sé que si yo estuviese del otro lado, capaz que pensaría igual que ellos, pero sólo que sepan que lo que dicen que pasó no es así, es distinto".
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Al ser consultado sobre si solía pensar en Fernando Báez Sosa, el joven, preso en el penal de Melchor Romero, respondió: "Rezo todas las noches porque tenga paz".
También se refirió a las imágenes que registraron las cámaras de seguridad del local de Mc Donald´s al que concurrió con Lucas Pertossi tras la pelea en la que mataron a Báez Sosa: "Yo sólo quería ir a comer y acostarme a dormir".
En ese sentido, explicó que la noche fue habitual para el grupo de rugbiers: "Salí, hubo un problema, una pelea, volvimos, y nos fuimos a comer para después acostarnos a dormir y empezar otro día".
Por otra parte, Thomsen habló sobre su vida en la cárcel: "Extraño a mi familia, mis amigos, poder hacer las cosas que me gustan, trabajar con mi papá. Él siempre me manda ´te necesito´ y
mi mamá también. Extraño mucho".
"El encierro es horrible. Lo único que te da cierta fuerza para poder sobrellevar todo lo feo es que tenemos visitas una vez a la semana y es lo que más esperamos nosotros", comentó.
Respecto a la convivencia con el resto de los integrantes del grupo condenado por el asesinato de Báez Sosa, indicó: "Tenemos nuestras diferencias, pero seguimos siendo amigos".
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