"Te voy a hacer cagar, empapelo toda la prensa"

Desde que dejó la intendencia de Luján de Cuyo, Carlos López Puelles ha tenido que ir seguido a la Justicia por distintas denuncias y una condena. Ahora, la Unidad Fiscal de Violencia de Género hizo el pedido de elevación a juicio contra el ex titular de la DGE por coacciones en contexto de violencia de género hacia su ex esposa, la escribana Federica Boccia de San Martín.

La Fiscalía consideró que la etapa de instrucción y las pruebas obtenidas acreditan que López Puelles intentó que su ex pareja firmara la división de bienes que él proponía bajo amenazas.

El acusado negó haber extorsionado a Federica Boccia cuando prestó declaración en sede judicial. Sin embargo, la fiscal Mónica Fernández Poblet entiende que los exámenes psiquiátricos y psicológicos realizados a denunciante e imputado acreditan que se produjeron la coacciones. Además, que por estas situaciones la ex pareja del otrora intendente lujanino poe el PJ quedó muy afectada, mientras que él -de acuerdo a los informes del Cuerpo Médico Forense- poseería una personalidad "narcisista que no conoce de límites".

Estas supuestas coacciones por las cuales la Fiscalía elevó la causa a juicio, siendo su ex esposa querellante, se deben a que ella debería aceptar el trato que López Puelles le proponía en la división de bienes, según consta en la denuncia.

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La pareja se separó de hecho el 28 de junio de 2015, cuando vivían en el barrio Pueyrredón de Chacras de Coria. Federica Boccia se habría ido, según ella, por los maltratos físicos, verbales y psicológicos a los que habria sido sometida, y que no quiso denunciar porque su marido era en ese momento intendente y tenía poder. En sus declaraciones, asegura que a los hijos también habrían sido agredidos y descalificados.

Luego, habrían comenzado las idas y venidas para llevar adelante la división de bienes. Boccia denunció que a partir de mayo de 2017 su ex esposo le dijo que ella se quedaría con la vivienda en la que residía, que ese era el único arreglo posible y que todo lo demás quedaría para él. Pero, según ella, esta situación López Puelles la proponía bajo la amenaza de ventilar públicamente situaciones íntimas de ella y de su familia que le harían perder su trabajo y en definitiva, todos los bienes en litigio.

Cuando el ex intendente de Luján de Cuyo fue a declarar, negó las amenazas y extorsiones y que fueron conversaciones del ámbito privado con su ex pareja para llegar a un arreglo. Pero, como los exámenes psicológicos que le realizaron a él habrían resultado incriminatorios, y los efectuados a ella determinaron que sería víctima de coacciones en contexto de violencia de género, se tomaron las declaraciones de la denunciante como prueba.

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Éstas están plasmadas en el expediente. Federica Boccia aseguró que su ex marido la amenazó con denunciarla en la Justicia Federal para hacerle perder su cargo como interventora de un registro del automotor. El argumento que según ella le daba López Puelles sería que habría tenido o tendría en su oficina un empleado no registrado, a quien habrían hecho renunciar por una denuncia de índole sexual, pero lo habrían mantenido trabajando.

También expuso la denunciante que su ex esposo le habría dicho que su padre había obtenido una jubilación de privilegio de manera ilegal y que su madre estaba cobrando esa pensión. Boccia dijo que él le habría prometido que si además lo notificaban por una denuncia de violencia de género iba a hacer público en todos los medios de comunicación la situación de sus padres. En la elevación a juicio realizada por la Fiscalía de Violencia de Género consta que López Puelles le habría dicho: "Te voy a hacer cargar, empapelo toda la prensa".

Esto le pasaría a Boccia, de acuerdo a lo que ella ha denunciado, si no aceptaba la división de bienes que él proponía.