Martín Díaz Durso evitó la condena con una suspensión de juicio a prueba de dos años, pero deberá cumplir medidas específicas bajo la vigilancia de la Justicia. Los detalles del caso.
La "pena" a un procurador mendocino por matar un zorro en Potrerillos
La Justicia resolvió la situación de un procurador mendocino, imputado por matar a un zorro en Potrerillos. El hombre dijo en su momento que había disparado porque el animal había querido atacar a su perro, aunque los testigos no sostuvieron esta versión. Por tal motivo, la jueza a cargo le otorgó una suspensión de juicio a prueba de dos años, un beneficio procesal que le permitirá evitar una condena formal si cumple estrictamente con una serie de reglas de conducta. Entre las medidas impuestas, se incluyen la prohibición de manipular armas, tratamiento psicológico y la realización de un curso gratuito sobre fauna y flora en la Fundación Cullunche, según precisó el abogado Juan Franco Ferraris.
Sobre el asesinato de "Juancho", esta organización detalló en la querella particular presentada al fiscal Gustavo Stroppiana: "El zorro recibió cuatro tiros, uno en el pecho directo al corazón, uno en el tórax el cual luego se alojó en la columna vertebral del animal, otro en el brazo provocándole fractura y estallido del radio y otro en la cara, provocándole fractura y estallido de la mandíbula. No puedo decir con cuál de los tiros el animal encontró la muerte, pero sí puedo afirmar que el pobre animal sufrió una agonía dolorosa y con mucho sufrimiento", aseguró en el escrito Beatriz Valle, vicepresidenta de la fundación.
El caso
El hecho ocurrió en mayo del 2022, en Potrerillos. Díaz Durso se encontraba en una fiesta acompañado de amigos cuando vieron al zorro y empezaron a dispararle con un rifle de aire comprimido potenciado, equipado con una mira telescópica. El animal se llamaba"Juancho" y era la mascota de Ambrosio Olivaares, un hombre mayor, sin estudios que trabajaba haciendo tareas de mantenimiento y alimentaba y cuidaba al zorro, al igual que el resto de los vecinos.
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A pesar de los ruegos del hombre para que no mataran a su mascota, Díaz Durso continuó disparando hasta asesinar al animal. Testigos relataron que el imputado ofreció distintas versiones de los hechos, afirmando primero que el zorro había intentado atacar a una persona y luego que amenazaba a un perro, aunque en sus declaraciones incurrió en contradicciones y su relato no pudo ser probado. Además, testigos aseguraron haber recibido amenazas por parte del acusado durante la noche del suceso.
El accionar de la Justicia
La Justicia, tras aceptar la suspensión de juicio a prueba solicitada por la defensa, le impuso las siguientes reglas de conducta durante los dos años que dura la medida:
Tratamiento psicológico y psiquiátrico: basado en estudios que señalan que quienes cometen delitos contra animales suelen derivar en conductas más graves. Prohibición de manipular armas: incluye armas de fuego, rifles de aire comprimido y similares. Fijar un domicilio estable. No cometer nuevos delitos.Realizar un curso gratuito sobre fauna y flora en la Fundación Cullunche.
Una medida propuesta por la querella, que buscaba imponer al imputado una contribución mensual de $30,000 al Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces de la Fundación Cullunche, no fue aprobada debido a la supuesta incapacidad económica de Díaz Durso.
En caso de violar alguna de estas reglas, la causa será reabierta y no podrá acceder a nuevos beneficios procesales. En ese escenario, la condena será efectiva y deberá cumplirla en la cárcel.
Díaz Durso ya había sido sancionado previamente en la esfera administrativa por Recursos Naturales, donde se le impuso una multa significativa por este hecho. Además, la causa enfrentó trabas iniciales en su investigación, y aunque la querella solicitó que la fiscalía especializada en delitos ambientales interviniera, esta se excusó alegando que el hecho ocurrió antes de su creación.