Fue presentada la sentencia definitiva por el caso de una turista inglesa que presentó una falsa denuncia por violación contra un italiano, en un hostel de la Ciudad de Mendoza. Las particularidades del caso que permitieron probar la inocencia del hombre.
La falsa denuncia de abuso y el exhibicionismo que "salvó" al acusado
En febrero de 2024, un ciudadano italiano que se hospedaba en un hostel de Mendoza fue detenido en Buenos Aires, luego de que una joven inglesa lo acusara de haberla violado.
Zoe Northam denunció a Daniele Shackleford de haber abusado de ella. Ambos se conocieron en el hostel de calle Corrientes de Ciudad, mientras paseaban por la provincia. Compartieron charlas, fueron a visitar una bodega, en la noche fueron a bailar y luego continuaron juntos en el hospedaje. Sin embargo, al día siguiente la mujer lo denunció por haber tenido relaciones sexuales sin su consentimiento.
Shackleford dejó la provincia para continuar con su viaje, se armó un operativo entre la policía de Mendoza y la de Buenos Aires y lo detuvieron en un colectivo de larga distancia en una ruta de San Nicolás. El italiano fue trasladado a Mendoza y estuvo casi un mes preso en el penal de San Felipe.
Sin embargo, el juez Federico Martínez sentenció que la violación nunca ocurrió y dispuso el sobreseimiento del acusado. Lo particular de esta causa es que tuvo dos elementos clave para probar que la denuncia era falsa: cámaras de seguridad que registraron la secuencia y una testigo que presenció toda la situación.
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Gran parte de los hechos denunciados como abuso quedaron grabados en el circuito de cámaras del lugar. Además, la relación entre la mujer y el hombre ocurrió en presencia de otra huésped que declaró y echó por tierra la denuncia.
Los casos penales en los que se investigan distintas modalidades de abusos sexuales, por lo general se cometen en la intimidad, sin la presencia de testigos ni de videos que registren lo ocurrido, por lo que son de muy difícil resolución ante la falta de pruebas directas que los definan.
En ese sentido, en la mayoría de los casos, la Justicia parte de una presunción de credibilidad de la víctima y debe basarse en el análisis exhaustivo de las declaraciones de las partes para definir la culpabilidad de los hechos.