El hecho habría ocurrido durante un descanso en un patrullaje en la madrugada. El accionar de la municipalidad y por qué la Inspección General de Seguridad sigue de cerca el caso.
Investigan a un preventor de Ciudad por manosear a una compañera
Una preventora de Ciudad que realizaba un patrullaje de madrugada denunció ante la Justicia que fue manoseada por parte de un compañero.
El hecho habría ocurrido el jueves 23 de enero. La denunciante contó al Post que ese día inició su turno nocturno en la calle Arístides Villanueva. Como parte de su servicio, a las 2:30 de la madrugada junto con una compañera, se dirigió al gimnasio N°1 para tomar el descanso de una hora que les correspondía. En el establecimiento se encontraba otro preventor quien prestaba servicio en ese lugar.
Según su relato, ambas decidieron acostarse en una colchoneta para descansar. El preventor ya se encontraba ahí cuando la mujer se recostó, y posteriormente su compañera se acostó al otro lado, quedando ella en el medio de los dos. Mientras su compañera se dormía, ella permaneció despierta mirando el celular. Fue en ese momento cuando, según la denunciante, el hombre le bajó el cierre del pantalón y la tocó sin su consentimiento.
El hecho habría ocurrido en la pausa durante un patrullaje por calle Arístides.
"Mi reacción al instante fue sacarle la mano y decirle que se estaba equivocando. Él, haciéndose el desentendido, me dijo que no pasaba nada y se levantó de la colchoneta para salir a fumar un cigarrillo", narró la mujer.
Angustiada, despertó a su compañera y decidieron salir del gimnasio. Al regresar a la Arístides, fueron entrevistadas por el supervisor de turno a quien la joven le relató el episodio y le pidió un cambio de horario para evitar cruzarse con el presunto abusador.
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Al día siguiente, la mujer decidió presentar una denuncia formal y avisó al supervisor sobre su intención. El domingo 26 se enteró, a través de sus compañeros, que el acusado había sido trasladado al centro de visualizaciones de la base de preventores, el mismo lugar donde ella marcaba su entrada y salida, realizaba descansos y guardaba sus pertenencias. Ante este reclamo, si bien la comuna precisió que el espacio de registro de ingreso y egreso estaba en una dependencia separada, ante la posibilidad de que los agentes pudieran cruzarse es que decidieron trasladar al acusado a otro sector.
Finalmente, tras radicar la denuncia, fue convocada por el área de Género, Diversidad y Mujeres de la Municipalidad de Capital, donde fue atendida por una psicóloga y una licenciada. A partir de su testimonio, se abrió un expediente y se le otorgó una licencia especial con tratamiento psicológico. Luego de dos semanas de licencia, le informaron que el acusado había sido trasladado al área de Tránsito, lo que la llevó a retomar sus funciones.
En detalle, el municipio precisó al Post que están al tanto del caso, motivo por el cual el jefe operativo de preventores realizó ante el Ministerio Público Fiscal también la correspondiente denuncia penal. Actualmente se esta produciendo la instrucción sumarial administrativa, se esta realizando una investigación interna para determinar responsabilidades administrativas. Más allá de las responsabilidades penales, si se acredita administrativamente que existió el abuso sexual que se ha denunciado, se dispondra la inmediata cesantía del preventor.
Por qué la Inspección General de Seguridad sigue el caso
El acusado es un policía retirado y tal como ocurre en estos casos, cuando un efectivo se retira, continúa manteniendo un grado de pertenencia a la fuerza. Pero, en caso de ser condenado, pierde este rango que aún preserva.
Marcelo Puertas, titular de la IGS detalló al Post:"Los policías, al retirarse, conservan el estado disminuido, no es lo mismo que en actividad, pero conservan un pequeño estado policial, por decirlo de algún modo. Esto significa que si tienen una condena firme por un hecho doloso, se hace un procedimiento de exoneración y no puede ingresar nunca más a la administración pública".
