Tilma Tovar y Valentino González fallecieron tras inhalar monóxido de carbono en un hotel céntrico. El empleado fue acusado por abandono de persona.
Imputaron al operador del SEC por desatender la llamada de los venezolanos
El operador del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC) que desatendió la llamada de pedido de auxilio de Valentino González Tovar, el joven venezolano que murió junto con su madre por inhalación de monóxido de carbono, fue imputado por abandono de persona en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público.
El audio de la llamada al 911 que hizo Tovar (23) pidiendo una ambulancia se difundió en los últimos días y provocó que se aceleraran las investigaciones que estaban haciendo el Ministerio de Salud y la Justicia.
Es por eso que el sábado el fiscal de Delitos No Especializados, Juan Ticheli, acusó a Roque Alberto Comisso, por no respetar el manual de procedimiento y por ende realizar abandono de persona.
Comisso enfrenta una pena que van de los 2 a 6 años de prisión y hasta un año de inhabilitación especial para ejercer cargos públicos. En tanto que la directora del SEC, Alicia Valencia declaró y aseguró que el operador no cumplió con el manual que indicaba que esa situación era de código amarillo y tenía que mandar una ambulancia al lugar.
La llamada
Valentino González Tovar, el joven venezolano que murió junto con su madre tras inhalar monóxido de carbono en el Hotel Reina Victoria, ubicado en calle San Juan de Ciuda, solicitó una ambulancia ya que su madre de 55 años y su sobrino (que sobrevivió) estaban vomitando.
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La llamada la atiende Comisso que tras un breve interrogatorio sobre los síntomas que presentaban los familiares del joven, le explica que el niño no estaba con convulsiones y le recomienda que se dirijan al Hospital Central para que atiendan a su madre y al Hospital Notti al pequeño, en lugar de mandar una ambulancia y darles asistencia. "¿Dos hospitales diferentes?", le preguntó Tovar. A lo que el médico le responde que sí, ya que uno es para adultos y el otro es pediátrico.
El dramatismo de la secuencia es que, de fondo al llamado telefónico, se puede escuchar a la mujer quejarse del malestar y el sonido de las arcadas. Incluso, hasta se puede oír el llanto desconsolado del niño.
A partir de la inacción del especialista que declaró la llamada como código verde, Tirma Tovar y su hijo Valentino González fallecieron por inhalación por monóxido de carbono. En tanto que el niño presentaba un cuadro de Covid y quedó internado en el nosocomio de Guaymallén. Las investigación avanzará con las necropsias a los fallecidos realizadas por el Cuerpo Médico Forense (CMF) y la historia clínica del niño (familiar de los fallecidos).
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