Condenado a perpetua por asesinar a su madre y su tía en el año 2019.
Murió Gil Pereg, el "Hombre Gato"
Gil Pereg, el israelí que fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de su madre y de su tía en enero de 2019, murió en las últimas horas de este domingo tras haberse descompensado en el Hospital El Sauce de Guaymallén.
El "hombre gato" se encontraba cumpliendo su pena en el hospital desde el año 2020, se descompensó durante este domingo y fue asistido por los profesionales del nosocomio, pero no lograron reanimarlo.
Gil Pereg ya había padecido algunos percances en su estadía en el hospital: en mayo del año pasado quisieron trasladarlo a un pabellón psiquiátrico del Penal de Almafuerte II, sin embargo, ese pedido fue desestimado por la jueza; en tanto en diciembre pasado debió ser trasladado al Hospital Central por un problema de insuficiencia venosa, por lo que le diagnosticaron trombosis.
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Gil Pereg y el asesinato de las israelíes
A mediados de enero de 2019, comenzó la búsqueda de dos mujeres israelíes que estaban en Mendoza y de las que se desconocía su paradero. Tras diez días de búsqueda y con Gilad Pereg ya detenido e imputado, encontraron los cuerpos de Lily Pereg y Phyria Sarusi fueron encontrados en la propiedad de Gil Pereg, que el 26 de enero de 2019 fue imputado por homicidio agravado por el vínculo y homicidio simple.
Les clavó hierros en distintas partes del cuerpo, como la vagina y el ano a cada una. Además, fuentes judiciales le confirmaron al POST que mató primero a su tía a tiros y luego a su madre, pero ésta se resistió, luchó contra su hijo hasta que le quitó la vida.
Los cuerpos fueron hallados en el predio donde vivía el israelí de 36 años, en calle Roca de Buena Nueva, frente al cementerio. Las enterró, les puso piedras encima y luego una serie de escombros y vigas.
Finalmente, tras un largo debate en un juicio por jurado, el 3 de noviembre de 2021 fue condenado a prisión perpetua. "El israelí no desvariaba a la hombre de ahorcar a su madre, dispararle a su tía y luego empalar los cadáveres con fierros, en la zona del ano y la vagina, mutilando los cuerpos. Posteriormente, los enterró en su propiedad ubicada en calle Roca de Guaymallén".