Una de las partes contrató a la otra para descarozar la fruta. Entraron en conflicto por el pago de una partida y se atacaron brutalmente. Cada uno dio su versión de los hechos.
Feroz pelea entre familias del Sur mendocino por cajones de ciruelas
La familia Herrera y la familia Martínez, del departamento de San Rafael, protagonizaron una feroz pelea por unos cajones de ciruela para descarozar. Todo terminó con dos integrantes brutalmente golpeados y denuncias cruzadas.
Según informa el sitio InfoYa, el lunes 26, los Herrera, que viven en calle Amapola al 1800 pidieron protección asegurando que el dueño de la casa había sido golpeado con un maza en la cabeza y que su esposa e hijas fueron también agredidas por sus vecinos.
familia Herrera (gentileza InfoYa)
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Según su versión, se dedican a descarozar ciruelas para un reconocido Secadero ubicado en Cuadro Benegas, y comparten ese trabajo con otras familias que les piden ayuda para obtener dinero. Aseguran que una de ellas solicitó cajones para descarozar y luego de un mes comenzaron los conflictos.
Una de las hijas de Antonio, denunció a los Martínez por haberlos agredido con una maza y a golpes. "El lunes fuimos a buscar unos cajones. Ellos querían la plata sin haber completado el trabajo", afirmó la joven, y aseguró que a su padre lo golpearon con una maza en la cabeza y que ella, su hermana y su mamá, también fueron agredidas.
Gentileza InfoYa
Sin embargo, desde la otra familia, Penélope Martínez, dio su versión de los hechos y desmintió el relato de los Herrera. En la puerta de ingreso a los Tribunales locales, señaló: "venimos a pedir una orden de prohibición de acercamiento contra Antonio Herrera porque nos volvió a amenazar de muerte".
La joven de 18 años admitió que le pidió trabajo al hombre, que por los primeros 5 cajones les pagó 10 mil pesos y que por otros 5 no les quizo pagar. "Vino hasta mi casa y después de insultarnos, quiso golpear a mi papá que es un hombre enfermo con tratamiento de diálisis porque no le funcionan los riñones".
Y agregó: "yo me interpuse para que no le pegara y me dio una trompada en la cara que me rajó los dos labios y me desfiguró la cara. Se metió mi hermano, que nunca usó una maza y le pegó una piña en el ojo a Antonio Herrera para que no me pegara más".
Según la joven "lo denunciamos en la Comisaría 38 por habernos golpeado y él hizo lo mismo contra mi hermano y mi papá".
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