La familia de Marisa Colimán, víctima de Nicolás Medina, aseguró que el joven estaba "obsesionado sexualmente" con la víctima.
Asesinó de 35 puñaladas a la madre de su amigo porque estaba obsesionado
Por la muerte de Marisa Colimán, de 44 años, asesinada de 35 puñaladas en su casa de Beltrán, Río Negro, la fiscal a cargo imputó a Nicolás Ezequiel Medina, que está con prisión preventiva. Según la familia de Marisa, el acusado estaba "obsesionado sexualmente" con la víctima.
Nicolás Ezequiel Medina, es formoseño y tiene 21 años. Era amigo de Oscar, uno de los hijos de Marisa, a quien también le dio varias puñaladas después de matar a la madre.
Carlos Ortíz, hermano de Marisa contó que Medina le había pedido a Oscar "permiso para quedarse a dormir en la casa de ellos" y Oscar accedió. En ese momento la madre de Oscar dormía.
En la madrugada, Medina le pidió a Oscar que fuera a comprar una cerveza y así fue como el hijo de la víctima salió en bicicleta a comprar bebida a las 3:34, según pudo registrarse, y volvió a las 3:45.
Marisa Colimán no quería cerca a Medina
La fiscal del caso, Analía Álvarez, calcula que fue en ese lapso que Medina cometió el femicidio de Colimán. Además, el formoseño había trabado por dentro la puerta de la habitación de la mujer, probablemente para abusar sexualmente de ella, lo que se desprende de que su cuerpo fue encontrado a medio desnudar, con las dos calzas que llevaba puestas a la altura de la rodilla.
El hermano de la víctima señaló además que "hay versiones que dicen que estaba obsesionado con Marisa, tres veces le había caído y ella le decía que se fuera porque iba a llamar a la Policía. Nunca nos enteramos de nada, ahora van a revisar los celulares y nos van a caer muchas fichas para ver si hubo una relación intermedia, que sinceramente yo creería que no porque mi hermana tenía pareja".
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Por su parte, Oscar recibió varias heridas por parte de Medina, y él también hirió al asesino de su madre. Sin embargo, nunca alcanzó a ver a Marisa muerta ya que escapó a pedir ayuda y fue detenido por la policía, pero liberado unas horas después.
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