Todos los vecinos iban a la despensa de Karen Oviedo, pero ninguno había visto nada extraño. Cómo quedó el barrio después del hecho que conmovió a Mendoza.
"Ella mandaba": el shock de los vecinos de la "envenenadora"
La envenenadora de Guaymallén. El apodo que los medios le dieron a la mujer que mató a su marido dándole líquido anticongelante no se escucha de boca de sus vecinos. Todavía les cuesta aceptar lo que pasó en la casa de enfrente, en la despensa a la que iban a comprar todos los días. Para ellos es simplemente Karen, la mujer que muchos conocían desde chiquita. Extrovertida, muy dada a charlar con ellos. Y con problemas en su matrimonio con Rolando Aquino, según aseguraron.
En el barrio Minotto de Villa Nueva todo el mundo se conoce. Lleno de kioscos y verdulerías, por la mañana es un lugar muy tranquilo. Se ven perros en cada vereda, niños y amas de casa que van a comprar algo al kiosco de confianza. Como iban a comprar a la despensa que atendían Karen y Rolando.
Hoy, esa despensa está cerrada, después del allanamiento policial en búsqueda de pruebas. Por dentro está todo revuelto, según contó uno de los vecinos que habló con el POST. Allí iban muchos de ellos todos los días a comprar la comida del día a día. Los testimonios que recolectó este medio señalan que Oviedo y Aquino eran cariñosos entre sí aunque con una diferencia muy marcada: él era más tímido. "Se ve que mandaba más ella que él", contó un hombre que vive en esa misma manzana.
Según el vecino, antes del casamiento la mujer imputada habría tenido relaciones por fuera de su noviazgo con otro hombre del barrio. "Tenían problemas de pareja. Ella lo engañaba a él. Tuvieron problemas por eso y después quedó todo bien. Si ese fue el motivo (del asesinato), no lo sé".
Otro vecino que habló con este medio y pidió reservar su identidad, contó: "Yo iba todos los días a la despensa, pero nunca vi una discusión ni escuché un grito. Cuando hay una pelea se escucha todo".
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"De clase media y tirando para abajo", describió entre sonrisas al barrio otro hombre de mediana edad que vive allí. Las personas del Minotto se dedican a la construcción y al comercio, según resumió el hombre. Muchas mujeres son empleadas domésticas y otras atienden los kioscos y despensas. Enfrente de la despensa hay una plaza donde suelen jugar niños y juntarse los jóvenes.
"La gente está muy conmocionada. Existen robos, como en todo barrio, pero una cosa así es inédita. Es la primera vez que pasa desde que estamos nosotros, y estamos hace un montón de tiempo", agregó el hombre.
La presunta asesina era muy conocida en el barrio, ya que pasó allí su infancia. "Me cayó como un balde de agua fría -confesó una mujer mayor de la manzana-. Una chica tan joven... arruinar su vida de esa manera. La conocía desde que era chiquitita. Así, como mi nieta", aseguró mientras señalaba a la pequeña que jugaba junto a ella.
Su marido, Aquino, era más una incógnita para la gente del Minotto. No era del barrio sino oriundo de Bolivia. Nadie lo conocía tan bien, pero tenía buen trato con todos y la mayoría de los consultados lo describió como "bueno".
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Ninguno sabe por qué su esposa lo habría querido matar. Aparentemente tenía una personalidad más dominante que él. Y menos hipótesis tienen sobre la posibilidad de que haya habido más envenenamientos, versión que surgió desde la Fiscalía este jueves.
Investigan si Oviedo quiso matar a más miembros de su familia
Los testimonios que la Fiscalía de Homicidios está recibiendo apuntan a que Oviedo podría tener que ver con la muerte de un hijastro en 2019. Se trata del hijo de 9 años de Aquino que murió, supuestamente, por un aneurisma. La unidad a cargo de la fiscal Claudia Ríos también investiga si hubo otro menor de edad y un adulto más envenenados por Oviedo, todos de la familia.
"Ahora que pasó lo del marido, te agarra la duda de si mató al nene también", admitió uno de los vecinos. Pero nadie vio a nadie más descompuesto.
La muerte del nene le habría provocado depresión a Aquino, pero su vecino dice que no lo aparentaba: "Vos ibas y te atendía bien. Más o menos te das cuenta cuando alguien tiene una depresión".
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El caso
La pareja se había casado en noviembre del año pasado. Poco tiempo después, ella hizo dos compras de un líquido anticongelante para autos por Mercado Libre. Una fue el 28 de enero y la otra, el 3 de febrero.
Luego, por razones que de momento se desconocen, le habría ido administrando a cuenta gotas el líquido a su marido. Lo diluía en jugo de naranjas, con la excusa de tratarle una afección en la piel.
Los investigadores descubrieron que había buscado en Google qué veneno era más efectivo para matar a alguien. Después googleó cómo borrar un historial en Internet.
Aquino en pocos días se descompensó, fue internado y murió en la clínica Santa María, en Ciudad. El veneno es incoloro, inodoro y tiene un suave sabor dulzón. La ingesta fue letal.
El líquido refrigerante contiene etilenglicol, una sustancia que de acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, puede causar gravísimas lesiones en órganos tales como el hígado, el cerebro, los pulmones, y causar la muerte.