"No quiero morir en la cárcel", habría dicho entre llantos Alejandro Miguel Ochoa, acusado de matar a la psicóloga social.
El motochorro que mató a la psicóloga se puso a llorar para no ir a la cárcel
El acusado del crimen de la psicóloga social María Rosa Daglio, quien murió el viernes pasado tras ser asaltada y arrastrada por un motochorro en la localidad bonaerense de Ramos Mejía, no declaró ante el fiscal de la causa, que solicitó que siga formalmente detenido, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Alejandro Miguel Ochoa (55), quien fue indagado por el fiscal Federico Medone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) temática de Homicidios de La Matanza, como imputado del delito de "homicidio en ocasión de robo".
"No quiero morir en la cárcel", habría dicho en medio de llantos, según señaló Clarín. Ochoa tenía que estar preso, pero la Justicia le otorgó la domiciliaria en abril del 2020, en medio de las excarcelaciones masivas en las cárceles bonaerenses por la pandemia.
En octubre volvió a caer preso, pero dio una identidad falsa y quedó en libertad. El viernes pasado, repitió su accionar: identificó a su víctima, que hablaba por celular en la vereda, enfrente del edificio donde vivía. Subió la moto a la vereda y la arrastró.
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La psicóloga se aferró a su cartera y se golpeó contra el piso. Sufrió fractura de costillas y lesiones en el bazo. Una hemorragia interna le terminaría causando la muerte.
El imputado acumula 11 causas por robo en los últimos 30 años. En abril le concedieron el beneficio de la prisión domiciliaria pero se la revocaron en noviembre: cuando fueron a detenerlo ya no estaba. Desde entonces permanecía prófugo y siguió robando.
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