Los estremecedores detalles del asesinato en la Galería Tonsa

 Edgardo Jesús Lucero fue asesinado en 7 de diciembre en un local de la Galería Tonsa ubicada en pleno microcentro mendocino. El joven de 29 años era intensamente buscado por su familia tras varios días sin tener contacto con él. Finalmente, su cuerpo fue encontrado en Los Corralitos, Guaymallén.

La primera hipótesis que se rumorea es que Lucero se habría separado de su novia y que ésta estaba manteniendo una relación con Vladimir Cayo(28), el sospechoso de asesinar al joven de 29 años y dueño del local de servicio técnico dentro de la galería. Cayo fue detenido el viernes, luego de encontrar el cuerpo, fue imputado y en estos días será trasladado a la penitenciaría.

La investigación comenzó luego del 11 de diciembre cuando su familia radicó la denuncia tras cuatro días sin saber nada del joven. Tras algunos días sin noticias comenzó la búsqueda exhaustiva por los investigadores.

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El primer lugar en el que la familia aseguró que podía estar era en la casa de su novia en Palmira, San Martín. Allí la Policía realizó un registro de la vivienda, se encontró una mochila y algunos elementos por lo que se supo que Lucero estuvo en el domicilio desde las 23.00 del miércoles 6 de diciembre hasta las 15.00 del jueves 7. Unos días después, la Policía volvió al domicilio para realizar otro registro y  en el lugar se encontraba Vladimir Cayo junto a la joven ex pareja de Lucero. Ambos se negaron a que ingresaran los efectivos al domicilio y fueron detenidos. Sin embargo, por faltas de pruebas, fueron liberados.

Los investigadores a cargo del fiscal Carlos Torres comenzaron a registrar todas las cámaras de seguridad de los micros, la vía pública y privadas para poder dar con Lucero en el Gran Mendoza. Finalmente, lograron localizarlo a través de los movimientos de su tarjeta de débito que había realizado una extracción de dinero en un cajero de la calle Alem y San Martín.

Desde ese lugar observaron que el joven caminó por calle San Martín e ingresó a la Galería Tonsa pasadas las 18 de ese 7 de diciembre y no volvió a salir. Luego de algunas horas, cerca de las 21, Cayo salió del lugar junto a otra persona, aún no identificada, cargando un bulto grande envuelto en bolsas de consorcio, en un horario donde la zona estaba repleta de gente. En las macabras imágenes se puede ver que Cayo lleva en sus hombros la mochila de Lucero, por lo que los investigadores casi con certeza identificaron que el bulto sería el cuerpo del joven.

Algunos minutos más tarde un auto arribó a la puerta de la galería, por la entrada de calle San Martín, allí el conductor bajó y ayudó a Cayo a subir el bulto al baúl. Desde allí comenzó el seguimiento a través de satélites que llevaron a los investigadores a la zona de Los Corralitos.

A raíz de esto coincidieron en que el sospechoso residía en la zona, precisamente en la calle 2 de Mayo y fue allí donde se inició la búsqueda el viernes 29 de diciembre. Luego de un amplio rastrillaje con perros sabuesos encontraron un lugar con tierra removida y vegetación implantada. Debajo de eso se encontraba el cuerpo de Lucero en avanzado estado de descomposición tras 22 días de su presunto asesinato.

Personal de Policía Científica e Investigadores se trasladaron el mismo viernes al mediodía al local Saturno 63 de la Galería Tonsa y procedieron a la detención del dueño del local, como sospechoso del asesinato. Mientras que Científica trabajó varias horas para encontrar pruebas donde habría sido asesinado Lucero, sin embargo aseguraron que fue muy difícil por la cantidad de días que pasaron y que toda evidencia podría haber sido eliminada. 

Según informó al Post el fiscal a cargo Carlos Torres aún no se conoce la causa de la muerte y el cuerpo continúa siendo evaluado en el Cuerpo Médico Forense. En principio se cree que podrían haber asesinado a Lucero mediante ahorcamiento.

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