El juicio fue anulado la semana pasada y en las próximas horas podrían quedar en libertad.
El empresario Diego D'Ascanio, acusado de abuso, podría quedar libre
El empresario mendocino Diego Miguel D'Ascanio Brandi (45), acusado de violar a su sobrina durante años, podría quedar en libertad en las próximas horas. Esto se da luego de que se llevaba adelante el juicio en su contra pero que fue anulado sorpresivamente por parte de los jueces.
Durante este semana se pidió el cese de la prisión preventiva y este viernes estará la resolución del Tribunal Penal Colegiado N°1 para saber si D'Ascanio recupera la libertad a la espera del nuevo juicio en su contra. Esta situación alarmó a la defensa de la víctima, la propia joven y su entorno y, por ejemplo, el colectivo "Ni una Menos" repudió esta posibilidad.
D'Ascanio comenzó a ser juzgado por abuso sexual a su sobrina. La fiscalía pidió 11 años de prisión por el delito de "abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores". La querella adhirió pero pidió una pena de 12 años. La defensa pidió la absolución del imputado. Los jueces Aníbal Crivelli, Ariel Spektor y Alejandro Miguel declararon la del juicio y ordenaron que se realice un nuevo juicio con tres jueces distintos: argumentaron que "los alegatos de la acusación habían sido infundados y con falta de argumentación".
D'Ascanio podría quedar en libertad, a la espera del nuevo juicio.
El empresario, quien tiene varios emprendimientos en centros comerciales, sigue en la penitenciaría provincial a la espera de la resolución sobre el cese de la prisión preventiva. Había sido enviado a la cárcel porque cuando cumplía la prisión domiciliaria -por problemas de salud cardiovasculares- rompió su pulsera magnética en julio de 2021.
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La víctima, una joven de ahora 23 años, denunció que su tío Diego D'Ascanio, quien la cuidó junto a su esposa desde que era pequeña, habría comenzado a abusarla a los 11 años, hecho que duró varios años.
La joven denunciante, sobrina del empresario.
En 2019 contó en sede judicial que su tío le hacía "regalos caros" para una nena de esa edad y le pedía que no dijera nada. Luego creció y comenzó a trabajar en un negocio del empresario. Después de la denuncia por abuso, la víctima fue echada y por eso hay también una demanda laboral por el despido.
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