El hecho ocurrió en la madrugada de este martes a 30 kilómetros de Bahía Blanca. Un hombre los dejó en la puerta de un hospital dentro de una camioneta.
De quiénes eran los cadáveres hallados en la puerta de un hospital
Un nuevo caso de robo de cables y muerte conmociona a todo el país. Esta vez, el desenlace fatal tuvo lugar a la vera de la Ruta 33 en la ciudad de Bahía Blanca y desató una investigación policial luego de que cuatro cadáveres y un herido fueron abandonados, adentro de una camioneta, en la puerta del Hospital Municipal Leónidas Lucero.
El diario local La Brújula 24 dio cuenta de la identidad de los fallecidos a quienes identificó como Fernando Gallardo, Federico Strick, Nicolás Acosta y Facundo Uribe. Mientras que Emanuel Chamorro Sepúlveda se encuentra internado en lúcido y estable en el citado nosocomio.
Según se supo horas después, los cuerpos fueron dejados allí por Ángel Gallardo -padre de uno de los fallecidos-, quien se dio a la fuga y fue detenido dos horas después por las autoridades policiales.
La investigación de la Unidad Nº 18, a cargo del fiscal Gustavo Zorzano, apunta a una electrocución masiva que desencadenó las muertes en la zona de García del Río, en los alrededores de la ruta bonaerense. "La persecución de los delincuentes se dio luego de que vieran una camioneta por la ruta, con pies que se asomaban en la caja. Eran los muertos y heridos", informó La Brujula 24.
Según advirtió este medio local, la banda de robacables recaudaba unos 40 millones de pesos mensuales y estaba siendo investigada por el fiscal. La camioneta, en tanto, fue secuestrada y sometida a una inspección ocular por parte de una instructora fiscal, junto al superintendente Gonzalo Bezos, el secretario de Seguridad de la Municipalidad, Federico Montero, y el jefe policial, Gonzalo Sandobal.
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Por su parte, la Empresa Distribuidora de Energía Sur S.A (EDES) detalló que los ladrones recibieron una "descarga eléctrica descomunal" de aproximadamente 30 mil voltios. De todas formas, aún se realizan más peritajes con el personal de la empresa en la zona.
La Brújula 24 consignó en un primer momento que el conductor del vehículo secuestrado es Ángel Gallardo y su hijo Fernando, uno de los miembros del grupo que murió. Pero la desgracia familiar tenía un epílogo: "Su otro hijo -de quien aún no trascendió el nombre- había perdido una mano por el mismo accionar de robo de cables. Y Gallardo padre dejaba a la ´mano de obra´ y luego los pasaba a buscar".
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