El rol del chofer de Cabify en el crimen del joven en la galería Tonsa

El conductor, de 25 años, fue acusado de encubrimiento agravado en el crimen de Edgardo Jesús Lucero Ramírez.

El rol del chofer de Cabify en el crimen del joven en la galería Tonsa

Por: Mendoza Post

A medida que pasan los días van cayendo todos los implicados en el macabro asesinato de Edgardo Jesús Gabriel Lucero Ramírez, el joven de 29 años a quien mataron en un local de servicio técnico de teléfonos celulares en la Galería Tonsa, presuntamente en un crimen pasional.

El nuevo imputado en la causa es Jonathan Orlando Torre Paz, un joven chofer de Cabify sindicado como ser el conductor del vehículo que trasladó el cadáver de Lucero Ramírez desde la puerta de la Galería hasta el lugar donde finalmente los restos fueron enterrados y descartados, en Los Corralitos.

Este domingo cerca de las 14 horas, el fiscal de Homicidios Carlos Torres decidió la imputación del chofer de 25 años, con una acusación en su contra por el delito de encubrimiento agravado. El sujeto es oriundo de Las Heras.

El escenario del crimen.

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De acuerdo a la información brindada por el Ministerio Público Fiscal, Torre Paz colaboró sabiendo lo que estaba llevando en el baúl de su vehículo, un Fiat Cronos blanco. De hecho, de acuerdo a las cámaras de seguridad, el chofer aparece ayudando a cargar el cuerpo, envuelto en bolsas de consorcio, a plena luz del día y con mucha circulación de gente en la zona. 

El crimen de Lucero Ramírez ocurrió el miércoles 6 de diciembre en el local Saturno 69 de la Galería Tonsa, ubicada en pleno centro de Mendoza. El principal acusado como autor material del asesinato es el propietario del comercio, Vladimir Cristian Cayo Coronel, de 28 años, quien es la actual pareja de quien fuera ex novia de la víctima.

Según los sabuesos que han llevado adelante la exitosa investigación, Lucero Ramírez discutió con su pareja al enterarse de la existencia de un tercero y ante la exigencia de la mujer de poner fin a la relación. Ante esto, la víctima se dirigió hasta el local de celulares a confrontar con Cayo Coronel, donde se produjo un enfrentamiento que culminó con el asesinato (aparentemente por asfixia) del joven de 29 años.

La última señal que arrojó el teléfono celular de Edgardo Jesús Gabriel era dentro de la galería. Luego, por las cámaras de seguridad, vieron que el último movimiento del hombre era ingresando al local comercial. Horas más adelante, dos hombres, entre quienes estaba Cayo Coronel, salieron del local con un bulto envuelto en bolsas de consorcio. Era el cuerpo de la víctima. El otro cómplice no está todavía identificado pero las pesquisas confían que será cuestión de días dar con el nombre y apellido del sujeto.

El cuerpo fue enterrado en una finca de la calle 2 de Mayo, de Los Corralitos.

El cadáver fue finalmente encontrado en una finca de la calle 2 de Mayo de Los Corralitos, en Guaymallén, enterrado, cubierto con nylons y con vegetación plantada encima de la tierra removida,  muy cerca de la vivienda del sindicado como autor del asesinato.

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Los investigadores llegaron al lugar luego de la confesión de Cayo, que se hizo cargo del crimen y dio indicaciones respecto a dicha ubicación.

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