El domicilio señalado por la víctima fue allanado durante el miércoles por la policía de Córdoba.
Escapó y denunció a su padre por trata y por asesinar personas
Una mujer de 26 años denunció ante la Justicia de Córdoba que escapó de una red de trata liderada por su propio padre y afirmó que cuando era niña presenció escenas de violencia en un domicilio del barrio Alberdi, que fue allanado este miércoles por la policía.
El fiscal Gustavo Dalma habló con los medios locales y contó que se dispuso el allanamiento por lo que "es muy incipiente" aportar datos certeros de la causa, y afirmó que la investigación se inició por una denuncia de trata de personas.
"El allanamiento es por una denuncia que se inicia en Buenos Aires. La denunciante se trasladó a Córdoba por una denuncia, en principio, sobre trata, pero nosotros no estamos investigando la trata, que es un delito federal, sino una desaparición de personas", dijo Dalma a Canal 12 de Córdoba.
La trama del horror detrás de la denuncia por trata y abusos en Córdoba >> https://t.co/LnIOBbWlZs pic.twitter.com/CFJjxoKlfi
— El Doce (@ElDoce) August 4, 2021
Asimismo, el funcionario judicial aclaró que "la denuncia por trata se hizo en Buenos Aires, acá son delitos de instancia privada y de ahí surgen delitos comunes que sí estoy investigando".
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El origen del operativo es la denuncia de la mujer, que dijo que cuando era niña habría sido víctima de una red de trata y habría observado presuntos enterramientos en la parte trasera de la vivienda. Esto habría ocurrido en el año 2000.
La denuncia de la mujer dio lugar a dos causas diferentes: una por trata de personas que fue transferida a la Justicia cordobesa y otra por los supuestos asesinatos. El punto en común entre ambas sería el padre de la víctima, a quien ella no solo señaló como el jefe de la red de trata, sino que también sostuvo que él las obligaba a prostituirse a ella y su hermana, detalla el sitio TN.
Según el relato de la denunciante, ella escapó de Buenos Aires, donde dijo que estaba captada en una red de trata y era explotada sexualmente. Tras huir, pudo volver a Córdoba y denunció que en la casa de barrio Alberdi donde vivía cuando era menor, en la calle Hualfin al 300, fue testigo de crímenes y enterramientos en el patio trasero de la propiedad.
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También afirmó que tanto ella como su hermana fueron víctimas de abuso por parte de su padre y que, además, otros hombres le pagaban al acusado para violarlas.
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