Yasmín Flores tenía 31 años y murió luego de hacerse una lipoaspiración. La familia de la víctima fue contactada por otros damnificados que quieren atestiguar contra el médico Roberto López.
Se filtraron supuestos chats del cirujano que operaba borracho
En las últimas horas, la familia de Yasmín López, una joven de 31 años que murió luego de hacerse una cirugía de lipoaspiración y que denunció por operar borracho y/o drogado a un cirujano plástico por mala praxis, agregó a dicha apelación una serie de pruebas que podría complicar un poco más la situación del médico, de nombre Roberto López.
Se trata de supuestos chats del cirujano con su ex esposa, en donde da cuenta de las condiciones en la que se encuentra cuando va a operar o a curar a un paciente. La conversación es la siguiente:
Cirujano: Estaba curando a una paciente en su departamento, se me re complicó y no se puede mover, recién termino.
Ex esposa: Imbécil, muy imbécil
Cirujano: Muy imbécil? Ahora qué hice? A la tipa se le abrió la dermo, casi se me muere
Ex esposa: si no fueras un desastre que va borracho a las cirugías o pasado de marihuana o éxtasis, tus pacientes no correrían riesgo. Ni en eso sos serio. El barco de la esquina, tu mejor amigo.
Cirujano: Huy che, cómo estás hoy
Ex esposa: Como siempre, igual que vos
Cirujano: Sabés cómo estoy? Me duele todo, hecho mierda mal.
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Cuando trascendió la noticia, la pareja de Yasmín, Lucas, compartió el chat de una persona que se contactó con él para atestiguar en contra del cirujano, presentándose también como una víctima de una mala praxis con el mismo doctor.
"Me ofrezco como testigo, yo se que opera drogado y bajo el efecto de otras sustancias. Estoy que puedo más de angustia (...) si me requieren en fiscalía me presento a declarar", introdujo.
Y luego agregó: "Tengo las pruebas por WhatsApp también, no puedo permitir que las muertes queden impunes".
El caso
Yasmín se quería hacer una lipo tras su segundo embarazo y contactó al médico Roberto López a través de Instagram ya que "tenía buenos comentarios". El martes 20 de abril ingresó al quirófano. Días después, pese a que todo aparentemente había salido bien, ella empezó a sentir fuertes dolores de estómago.
El viernes siguiente a la cirugía, Yasmín fue a la clínica a que le sacaran los drenajes. El cirujano le dio el alta "diciendo que el post operatorio estaba cursando de manera perfecta" y no había ninguna complicación. En ese sentido, Lucas, su esposo, remarcó: "Según el médico estaba todo bien, pero ella insistía con que le dolía mucho".
Días siguientes mostró una leve mejoría en cuanto a los dolores que venía padeciendo hasta que el martes 27 de abril "se despertó muy descompuesta". "No podía respirar. Yo no sabía que hacer", dijo Lucas, quien desesperado por la situación llamó al cirujano.
"Me dijo que seguramente le había bajado la presión, minimizando la situación", contó Lucas. Y como no podía atenderla en ese momento, le dijo que la llevara a una guardia. En el camino, Yasmín "se desvaneció y no reaccionaba". Al llegar a la clínica, pese a los esfuerzos médicos por reanimarla, la joven murió por una "trombosis pulmonar".