Un padre golpeó a un árbitro en un partido de futsal mendocino

 Un padre fuera de sí que había ido a "alentar" a su hijo en un partido de futsal de adolescentes de 15 años, perdió la cordura, ingresó a la cancha y no tuvo mejor idea que agredir a uno de los árbitros del encuentro delante de toda la gente. El papelón del hombre ocurrió el pasado sábado en el San Rafael Tenis Club, durante un juego de la categoría S-15. El detalle que empeora el relato es que el juez golpeado tiene 18 años.

El joven colegiado debió ser hospitalizado por la trompada que recibió en el rostro y además perdió un diente. El presidente de la Asociación de Futsal del departamento sureño, Pablo Faliti, aseguró que el incidente ya están en manos del Comité Ejecutivo y que en las próximas horas notificarán las sanciones disciplinarias.

Según el relato de testigos, replicado por Diario San Rafael, el partido transitaba con normalidad. A falta de 13 segundos para el final, el árbitro expulsó a un jugador del elenco visitante. Eso desencadenó la ira del padre, que sin mediar anticipación, bajó de la tribuna insultando y amenazando, ingresó a la cancha y le pegó una piña al juez.

La barbarie no quedó solo con la agresión a Thiago Mulvihill, si no que los jugadores Azul reaccionaron a la incitación a la violencia del adulto y también uno de los jovenes de 15 años agredió a Camila Méndez, también árbitro del encuentro, y quien intentaba separar a los violentos y ayudar a su colega. La mujer resultó golpeada en un hombro por parte de uno de los menores.

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En tanto que otros profesores presentes colaboraron para calmar los ánimos y evitar que la situación se agravara aún más.

"Es la primera vez que tenemos una situación de esta característica y queremos que sea la última. Nuestra prioridad es garantizar la seguridad y el respeto en la cancha", añadió Faliti. 

Por ahora, los partidos de la categoría han sido suspendidos temporalmente hasta que se llegue a una resolución final. Las sanciones podrían abarcar diferentes niveles: desde el jugador expulsado, pasando por el padre agresor, hasta la institución a la que ambos pertenecen.

"La institución Azul es responsable por el comportamiento de sus simpatizantes y padres dentro de sus instalaciones, y el reglamento ampara sanciones para estos casos", concluyó el directivo.