Rafael Cúneo Libarona argumentó que el pedido de prisión domiciliaria para sus clientes, denunciados en Mendoza por una mujer que dijo haber sido abusada sexualmente por ellos, se debe a una vieja costumbre de las cárceles argentinas con los acusados de violación.
El abogado de los rugbiers franceses teme que en la cárcel los violen
En una reciente entrevista, el abogado Rafael Cúneo Libarona argumentó la solicitud de detención domiciliaria para los dos jugadores de la Selección de Francia acusados de violar a una mujer en un hotel del centro de Mendoza. Según el letrado, esta medida busca garantizar la integridad física de sus clientes y evitar posibles represalias de la población carcelaria.
En sus propias palabras, el abogado expresó: "En Argentina, pueden producirse represalias dentro de la población carcelaria contra los presuntos autores de delitos sexuales, y nosotros estamos pidiendo la protección de la integridad física mis clientes".
Los hechos ocurrieron luego de que la denunciante conociera a uno de los jugadores, Oscar Jégou, en un boliche de Maipú. Según la víctima, Jégou la invitó a su hotel, donde habría ocurrido la agresión sexual en la habitación que compartía con su compañero de equipo, Hugo Auradou.
Cúneo Libarona, quien se sumó al equipo legal junto al abogado local Germán Hnatow, destacó que sus clientes son jóvenes de 20 años, sin antecedentes penales y que no hablan español. Además, resaltó que los jugadores vinieron a Argentina a representar a su país y no tenían intenciones de escapar.
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En una audiencia realizada el viernes, Jégou y Auradou fueron imputados por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de dos personas, lo cual conlleva penas de 8 a 20 años de prisión. Siguiendo la recomendación de sus abogados, los jugadores optaron por no declarar y permanecerán detenidos en la Estación Transitoria de Detenidos y Aprehendidos (Es.Tra.DA) durante el fin de semana.
Aunque se solicitó la prisión domiciliaria, por el momento los jugadores permanecerán alojados en el centro de detención ubicado en el Polo Judicial. Se está evaluando la posibilidad de trasladarlos al penal San Felipe en el futuro.
Mientras la investigación continúa, se les ha encontrado alojamiento temporal en dos residencias de Mendoza. El abogado Cúneo Libarona está luchando por obtener la detención domiciliaria para sus clientes, utilizando un brazalete electrónico como medida de control.
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