"María Soledad: el fin del silencio", el caso que conmovió a la sociedad

Lo recuerdo como si hubiera ocurrido ayer. Fue uno de esos casos que sacudieron a la sociedad hasta los extremos. Cuando apareció el cuerpo de María Soledad Morales nada volvió a ser igual: ni el país, ni la sociedad, ni el poder, y mucho menos la justicia.

María Soledad cursaba su último año en un colegio de monjas en la ciudad de Catamarca. Junto a sus compañeras organizaron un baile para recaudar fondos para el viaje de egresados. Esa misma noche la drogaron, violaron, torturaron y asesinaron. Era septiembre de 1990 y una provincia despertaba para mostrarle al país entero el horror, el dolor y, al mismo tiempo, la fuerza y valentía de quienes clamaban justicia.

Hace unos días se estrenó en Netflix el documental "María Soledad: el fin del silencio", una producción que, en una hora y media, intenta repasar, a través de imágenes de archivo y testimonios, aquellos tiempos tan difíciles.

Las compañeras del colegio, 34 años después, frente a cámara acarrean la dolorosa tarea de recordar esos momentos. Para esas adolescentes, hoy convertidas en mujeres, las heridas siguen abiertas. Al revivir el trágico relato de esa fatídica noche y cómo se enteraron de la muerte de María Soledad, rompen en llanto como una clara señal de que nada se ha olvidado.

Un pueblo adormecido fue testigo de la lucha de una monja valiente y de un grupo de adolescentes asustadas y dolidas que se organizaron para exigir, en silencio pero con firmeza, justicia para María Soledad. Así nacieron las marchas del silencio, pidiendo lo que parecía un objetivo imposible: saber quiénes la mataron.

Por momentos, el documental no logra conmover a través del recuerdo. Carece de profundidad dramática y se limita a ser una producción que presenta imágenes de archivo y testimonios de algunos de los protagonistas. Martha Pelloni, Fanny Mandelbaum (quien comenta sobre su cobertura periodística), el fiscal y las amigas ofrecen una mirada sobre un pasado que tanto nos marcó y que, incluso, derribó a un gobierno enquistado en el poder.

Narrado de manera algo ligera, "María Soledad: el fin del silencio" muestra, sin profundizar, cómo se desarrollaron los hechos. Casi sin música y con una fotografía poco destacada, no ahonda en la familia Morales ni en el dolor que aún persiste. La madre de María Soledad, Ada Morales, fue el eje central de la lucha por la justicia, pero no aparece en el documental tal como está en la actualidad. Esa mujer que tuvo el coraje de enfrentarse al poder y a los hijos del poder, con el dolor como escudo de una madre que sufrió y sigue sufriendo por la muerte de su hija.

Se muestran fragmentos de los dos juicios y a los condenados por el caso: Luis Tula y Guillermo Luque. Hoy ambos están en libertad, respirando el mismo aire catamarqueño que la familia de María Soledad.

Ojalá este documental cumpla con el objetivo de recordar que un pueblo debe mantener estas historias vivas en todos y cada uno de sus habitantes: por la familia, por esas mujeres valientes que se levantaron para pedir justicia, por María Soledad y por el fin del silencio.