El caso de Silvia Mercado marca una contradicción central en el Gobierno.
Libertarios o autoritarios
El gobierno de Javier Milei, que se erige como defensor acérrimo de los valores de la libertad, ha dado muestras de lo contrario con la reciente prohibición de ingreso a Casa Rosada de Silvia Mercado, periodista de radio Jai y colaboradora de diario Memo, una profesional de trayectoria, autora de varios libros y que recientemente trabajó en Infobae, El Cronista y La Nación, entre otros medios.
Silvia Mercado, una periodista reconocida por su independencia y capacidad para cuestionar el poder -esté en manos de libertarios, peronistas o macristas-, vio revocada su acreditación a Casa Rosada. Esta acción no sólo constituye un acto de censura: también socava uno de los pilares fundamentales del liberalismo: la libertad de prensa.
La ironía de la situación no puede ser pasada por alto. Un gobierno que se autoproclama libertario, que predica la reducción del Estado y la expansión de las libertades individuales, ahora recurre a tácticas autoritarias para silenciar voces disidentes. Este doble discurso no solo es una traición a los principios liberales, sino que también es una amenaza directa a la esencia misma de la democracia por parte de un sector político que cuestionó a sus predecesores que intentaron silenciar voces disidentes, pero al fin y al cabo terminaron emulándolos.
Nadie sabe a ciencia cierta qué llevó al Gobierno a retirarle la credencial a Silvia Mercado; probablemente haya sido alguna de las críticas contra el presidente, que incluso llegó a atacar a la periodista en redes sociales por sus cuestionamientos públicos. No fue la primera vez que el economista "libertario" cruzó públicamente a alguien por pensar distinto, ni mucho menos; tampoco Mercado fue la primera mujer atacada por Milei: aún se recuerda el "sos una burra" contra una periodista salteña, seis años atrás.
Por su parte, el portavoz presidencial, Manuel Adorni, poco aclaró con respecto a Mercado. Siendo el vocero directo del presidente, llegó a decir que no tenía capacidad de intervención en este tema y usó palabras que no aparecen en el diccionario. Un tema que podría haber solucionado rápidamente, el funcionario nacional lo fue enredando, el conflicto se fue mediatizando y al final la periodista presentó un amparo en la Justicia.
Al respecto, Jorge Fontevecchia recordó el caso del corresponsal de CNN en la Casa Blanca, Jim Acosta, a quien Donald Trump -tal como Milei hoy- le retiró la credencial. Nueve días después de presentar un amparo, un juez de Washington ordenó al gobierno reponer la acreditación al periodista. "Esperemos que el juzgado en lo contencioso administrativo del doctor Edgardo Lara Correa (que tiene que resolver el amparo de Silvia Mercado) tenga la misma celeridad que su par de Washington", escribió el CEO de Perfil.
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El gobierno de Javier Milei debe reflexionar sobre sus acciones y corregir este grave error. Restituir la acreditación a Silvia Mercado sería un primer paso hacia la coherencia con los principios que dice defender. Solo así podrá demostrar un verdadero compromiso con la libertad, evitando caer en las mismas prácticas autoritarias que históricamente han combatido los verdaderos liberales.