La sanción al Tomba, injusta y hasta insuficiente

Las conductas estúpidas de algunos que dicen ser hinchas de Godoy Cruz han determinado en los últimos años que los verdaderos hinchas no puedan asistir a un sin número de partidos, producto de las sanciones impuestas por la AFA a la institución.

Los partidos a puertas cerradas le han imposibilitado a simpatizantes del Expreso de ir a la cancha, como ocurrirá desde hoy y por seis partidos tras los incidentes en el estadio Víctor Antonio Legrotaglie con el línea Diego Martín, ante Talleres por la fecha 3 del Torneo Apertura.

El Tribunal de Disciplina, al menos en una primera instancia, obligará a Godoy Cruz a jugar sin público por seis encuentros, más los 45 minutos restantes que debe el Tomba ante Talleres, encuentro que al momento de la suspensión estaba 0 a 0.

Platense será el primero y hasta el clásico ante Independiente Rivadavia por la fecha 12 será sin público.

Hasta acá, más la sanción económica impuesta, parece tener sustento y hasta sentido común. Incluso, si estos dos ítems hubiesen sido de mayor envergadura no habrían resultado escandalosos teniendo en cuenta que Godoy Cruz es reincidente en este tipo de hechos lamentables.

Ver también: Dura sanción de la AFA para Godoy Cruz por la agresión al juez de línea

Ahora, se vuelve a penar a la institución y sobre todo a un grupo de jugadores con la quita de 3 puntos de la tabla general cuando esas unidades fueron conseguidas dentro de la cancha y, como bien dice el dicho y muchas veces se repite por calle Viamonte de Buenos Aires, "los puntos se ganan y se pierden en la cancha".

El año pasado ante San Lorenzo se vivió una situación similar y luego de la apelación de la institución se le devolvieron esos tres puntos que habían sido descontados ante incidente frente al Ciclón.

Sin embargo, ahora se vuelve a penar de la misma manera y ante un hecho que, ante los ojos de todos, pareció menor al de aquella fría tarde noche en el Malvinas Argentinas.

En la AFA deberían ponerse de acuerdo sobre cuál será el eje central del Tribunal de Disciplina a la hora de contemplar sanciones. Seguir una línea y multar verdaderamente a quienes son responsables de los hechos, en todas sus formas y no desde una resolución arbitraria que salpica, como en este caso, a jugadores que ganaron los puntos como se debe dentro del terreno de juego.