El manual del corredor incorrecto

Alguien dijo una vez: "correr, corre cualquiera", pero una vez que se inicia el camino de la transformación, no hay manera de parar. Correr no los hace ni peores ni mejores, solo muestra lo que verdaderamente son.

El manual del corredor incorrecto

Por:Laura Romboli

 Empieza caminando, por indicación del médico. Luego, una cosa lleva a la otra. Después de andar a paso lento, las piernas piden más. Correr es mucho más que cumplir objetivos. En cada tramo, se va desnudando, y las capas que lo cubren quedan en el camino. Sale del "armario" del senderismo. Un nuevo ser, inmune, nace para correr.

Corre y se siente único. Se siente ganador. Correr lo hace feliz.

Le gusta correr para soltar, para fugarse, para evadir. Corre para buscar satisfacción, para llenar espacios vacíos, para ser el primero. Tiene apuro por llegar. Corre y no mira a los costados, tampoco mira hacia atrás.

Corre sin llegar, sin estar. Los mejores momentos no los vive, entonces los crea. En los peores, cuando hace falta, está corriendo. Si lo hace acompañado, se saca fotos. Sonríe sin ganas. Corre cuando siente vergüenza. Corre para querer y para odiar, para desatar nudos que no puede controlar. La vida la corre. No ama, corre. En el trabajo, en su mente, corre. Inventa metáforas entre la empresa y la carrera del domingo. Si gana, festeja. Todo, para él, es una competencia.

Es elegante para respirar y transpirar. Viste sin gracia, pero combina los colores de las medias y el calzado. Ama sus zapatillas. Usa un reloj, bien grande, sin miedo. No luce, corre. Siempre deja el vaso con bebida. No es amigo de la copa de vino. No come chorizos ni mollejas. No toma agua de la botella. Cuando quiere decir algo, lo memoriza mientras corre, lo ensaya y lo dice. Usa pocas palabras. No le gusta pensar demasiado. Corre para lograr todas sus metas. Se enamora mientras corre. Explora nuevos paisajes. Si tiene amigos, los hace corriendo. Discrimina. Si tiene miedo, corre. Si quiere gustar, se muestra corriendo.

Mientras corre, imagina y sueña. Siente y libera todas sus miserias: insulta, fuma, traiciona, se enoja ¡¡grita!!! Corre para guardar secretos. Corre sin perros y sin hijos. No hace terapia, corre. Aunque ve un poco más allá, no proyecta. No hace pausas. Tampoco le conviene. Se pierde y se encuentra. No busca llegar, busca seguir. Se anota en todas las carreras. No para, no escucha, no aprende, no crece. Corre.

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