La violencia hacia la mujer ya no va para más. La muerte de Florencia Romano movilizó a la sociedad y sacudió los diferentes sectores del Estado. ¿Qué queda por hacer?
Las pibas están hartas de que las maten
Las pibas no quieren que las maten más, quieren dejar de ser víctimas de una violencia que las somete, coarta libertades y asesina. Por eso la sociedad se movilizó y sacudió al Estado provincial.
El femicidio de Florencia Romano conmocionó a la sociedad en general por la atrocidad y frialdad con la que fue asesinada en Maipú. Por eso, convocadas por Ni Una Menos, niñas, adolescentes, jóvenes y adultas se movilizaron este viernes para decir, una vez más en las calles de Mendoza, basta. Y los daños provocados después, tienen una causa más allá de los, según dijo el ministro de Seguridad Raúl Levrino, "grupos extremistas, antisistemas y antidemocráticos" que rompieron los edificios de Tribunales, la Casa de Gobierno y la Legislatura.
Todos tienen y tenemos grados de responsabilidad por la muerte de la joven. El Estado por no brindar herramientas (suficientes) para revertir esta situación que no para de crecer y que solamente hace unos años, se comenzó a visibilizar. Además, dar respuesta inmediata a un llamado de emergencia para socorrer a una víctima. Como sociedad, la responsabilidad recae en no reproducir patrones históricos de conductas patriarcales que someten a la mujer. Por eso es necesario plantear cambios profundos en el funcionamiento de los organismos estatales y como sociedad, que no solamente sean superficiales.
Quincho: Femicidio de Flor, violencia interesada, y los responsables
La Ley Micaela (Nº 27.499) vigente en nuestro país desde diciembre del 2018, responde a la necesidad de la formación en temas de género y violencia contra las mujeres en los ámbitos públicos y se impulsó a partir del femicidio de la joven Micaela García en abril de 2017 en Gualeguay, provincia de Entre Ríos.
En octubre de 2019 Mendoza adhirió a esta Ley y así se busca la visibilización de una problemática que hasta hace unas décadas era pensada en el ámbito de lo privado, y por lo tanto sin posibilidad de ser interpretada como un fenómeno histórico. "Es por eso que es vital que quienes se desempeñan en cargos y funciones públicas puedan acceder a los conceptos y términos claves de los Estudios de Género para así asumir el compromiso de trabajar por la prevención y erradicación de la violencia sexista en todos sus ámbitos y manifestaciones", señalan desde la Dirección de Género y Diversidad de la provincia.
Florencia Romano: mujeres y niñas te lloramos
El Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, informó que en el 2019 hubo 268 víctimas letales de la violencia de género. Hasta el 31 de julio de este año, un total de 168 casos de femicidios se registraron en el país, lo que implica un 15% más de casos respecto al mismo período del año pasado, según un relevamiento realizado por el Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación.
Pero entre el inicio de la cuarentana, el 20 de marzo, y el 31 de octubre último se cometieron 169 casos, cuando en igual período de 2019 hubo 159 y en 2018 se registraron 164. En breve saldrán los datos anuales y ahí tendremos nuevamente un dato frío, doloroso, de las nuevas víctimas.
Pero el caso Florencia, más allá de esto, marcó un antes y después en Mendoza. Le sacudió el tablero a más de uno. Y justamente las jóvenes, las compañeras de ella, las que se identificaron porque alguna vez sintieron un sometimiento de cualquier tipo, salieron a la calle hartas, pidiendo que cambiemos como sociedad y como organización del Estado. Hartas de que las maten.