Algunas opiniones resignadas y otras fastidiosas por el presidente al que se le notaron "leves tonos tardíos" en un desayuno vendimial que terminó en plena siesta mendocina.
Conclusión sobre Alberto y Coviar: "Lo importante es la presencia"
Eran las 14:20 del sábado 6 de marzo, a esa altura el día resultaba tortuoso en el predio del INTA. A esa hora terminó de hablar el presidente Alberto Fernández cerrando el "Desayuno de la Coviar". Entonces Eduardo Sancho el titular de Fecovita y recordado funcionario peronista, se levantó de su silla y le dijo con tono de resignación a quien lo acompañaba: "lo importante es la presencia".
Esa fue una síntesis acabada de lo que terminábamos de escuchar en ese espacio, contorneado de espalderos de uvas malbec que esperan ser cosechadas. Los dichos del presidente no fueron abundantes y en su mayoría fueron de perfil conciliador buscando un rescoldo donde esperanzarse en tierra política hostil como es Mendoza para él.
La crisis institucional, sanitaria, social y económica de Formosa parece haberle impuesto un perfil pacificador tanto que se refirió al gobernador Rodolfo Suarez por su apócope familiar: "Rody", como buscando acortar la distancia con el radical mendocino. Recordó que dieciocho años atrás "con Néstor" había impulsado el Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) que ahora finalizaba.
Y miró fijo, lo vio y recordó a "Julio" (por Cobos, presente) "él era el gobernador". Pero también estaba al lado del senador nacional otro ex gobernador e influencer político Alfredo Cornejo a quien Fernández también conoce bien, pero que nunca mencionó.
Mirando a Alberto
Cuando el presidente terminó su discurso inmediatamente los periodistas fueron un enjambre de cámaras micrófonos en torno de él, a treinta metros de esa escena estaba Cornejo solo observando todo con cierto asombro. Desde ahí dio su primera impresión de lo que escuchó.
"No hubo anuncios en particular. El PEVI ya tiene ley, no veo la necesidad de que tenga otra ley. Ahora ese plan (por el PEVI 2030) no tiene consenso. Allí no está Bodegas Argentinas, con lo cual me parece que está desinformado de las visiones distintas que hay en Mendoza y en general de la vitivinicultura argentina de cómo planificar estratégicamente, lo demás han sido generalizaciones", detalló el actual diputado nacional.
Para Martín sin alcohol
Llamó la atención la especulación del jefe de Estado de explorar la producción del vino sin alcohol por la demanda que crece de bebidas no alcohólicas. En especial de parte de los funcionarios mendocinos que estaban alarmados por ese "sacrilegio vínico" pero que es avalado por el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) Martín Hinojosa.
Pero ¿por qué Fernández llegó agitando el pañuelo blanco pidiendo tregua pero sin ofrecer algo tangible a cambio? No anunció medida de promoción para el sector agrario, y llevó el discurso hacia los deseos etéreos de terminar con la pobreza pero sin decir cómo.
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Una respuesta a esa interpelación fue concreta de un testigo de las reuniones de los dirigentes viñateros con el ministro de Agricultura Luis Basterra que estuvo recorriendo el campo cuyano donde se sufre la crisis real. "Basterra nos dijo que (Martín) Guzmán no les deja tocar un peso y que por eso no hay fondos de promoción para nadie".
Por eso fue un mensaje "desalcoholizado" diría sonriendo por su ocurrencia el dinamitador de kirchneristas Luis Petri a la salida del INTA apurando al paso para llegar pronto a la Bodega Trivento donde Bodegas Argentinas, la otra facción vitivinícola, daba su Almuerzo de la Vendimia.
El ciclo K
Fernández pareció ir decantando sus pensamientos en una conclusión: "Siempre que recuerdo que algo empezó con Néstor o con Cristina, me doy cuenta que yo lo tengo que terminar". Una visión particular de un modo de ver la política y lo que deja una época post debacle de 2001.
Quizá una reflexión sobre esto de un incómodo académico presente en el INTA ilumina el fenómeno K en este pueblo cuyano que vive y se desarrolla conservadoramente. "El kirchnerismo hizo que Mendoza se corriera más a la derecha y Cornejo hábilmente ha aprovechado esto y por eso él manda aquí", señaló el analista insospechado mientras esperaba a Alberto.
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Estas fueron algunas resonancias que produjo un presidente de rasgo tardío como la uva que se corta de la parra sobre el final de la cosecha.