Ocho tips para tener una huerta en casa y consumir verduras gratis

Una huerta familiar no sólo permitirá ahorrar dinero en las compras sino que brinda alimentos saludables. Las opciones son infinitas, a la medida de cada familia.

Ocho tips para tener una huerta en casa y consumir verduras gratis

Por:Matías Sosa
Periodista

Mientras que en el país la inflación mensual superar el 6,5% y los alimentos crecieron 9,9% en Mendoza de un mes a otro, tener una huerta agroecológica en casa es una opción que va más allá de los beneficios económicos de "consumir verduras gratis".

Por supuesto, "gratis" no es porque se requiere tiempo, dedicación y seguramente una inversión para comenzar a montarla. A veces, pensar que la producción será pequeña para dos o tres comidas (¡y lo que tuvimos que esperar para cosechar!) nos desalienta y nos lleva a seguir eligiendo comprar verduras y hortalizas en la verdulería del barrio. A no decaer: una huerta en casa puede estar hecha a la medida de las posibilidades de cada familia y eso es lo más importante.

El INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) especifica que tener una huerta en casa puede tener diversos objetivos: económicos, culturales, terapéuticos, educativos, recreativos y para mejorar la alimentación y nuestro entorno.

Una huerta en casa tiene múltiples beneficios.

Este tipo de huertas "ha permitido mejorar la calidad de vida de las familias involucradas": enriquece la seguridad alimentaria a través de la producción de alimentos sanos con alto valor biológico; contribuye a mejorar ambientes que evitan la contaminación de productos; aumenta el ingreso monetario de las familias mediante la comercialización de excedente, intercambio o trueque.

Espacio disponible

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es con cuánto espacio contamos para montar nuestra huerta. Por espacio y por dedicación, es difícil tener un terreno suficiente para tener una huerta que posibilite la producción de verduras que consume una familia en un año. Estamos hablando de un terreno entre los 100 y los 200 metros cuadrados.

Usar palet ayuda a ganar espacio.

Pero, con sólo 10 metros cuadrados se puede tener un huerto bastante completo con una buena cantidad de verduras y hortalizas y así disminuir las compras en una verdulería. De igual forma, si es un espacio con el cuál no contás, se puede utilizar cualquier lugar con una elección reducida, tanto en un patio como en el interior de una casa con buena entrada de luz solar.

Suelo, macetas y canteros

Bajo el patrón de que mientras más se siembra más se puede cosechar, se podría tener una maceta con una planta específica que, si bien dará frutos, no alcanzará a satisfacer las necesidades alimentarias. Las huertas verticales (hechas con caños de PVC, botellas plásticas o con palets) son una buena opción para optimizar el espacio y agregar variedad y cantidad.

Las primeras siembras de semillas generalmente se hacen con almácigos o semilleros, que pueden ser reemplazados por recipientes vacíos de yogurt o una maceta pequeña.

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Hay una gran variedad de macetas, en cuanto al tamaño (se miden en litros), materiales, calidad, decoración y funcionalidad. También se pueden utilizar todo tipo de recipientes para tener una planta dependiendo del tamaño. Hablamos de botellas o tachos de pintura, claro que bien limpios y sin componentes que puedan dañar o contaminar la producción.

La huerta se amoldará al espacio disponible en la vivienda.

También pueden utilizarse cajas o recipientes de telgopor (con los orificios de drenaje necesarios) o cajones de madera con plásticos (también con los orificios correspondientes). Esta última opción se recomienda para verduras que necesiten un mayor espacio para su crecimiento y desarrollo. Otra opción son las macetas de cartón. 

Se puede realizar un cantero de cemento, con medidas cercanas a dos metros de largo, 1,20 metros de nacho y al menos con 30-50 centímetros de profundidad, siempre dentro de las posibilidades de cada hogar.

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Si se van a plantar en el suelo de un patio, hay que tener en cuenta que debe tener las características necesarias para brindarle a nuestras plantas los nutrientes necesarios.

Semillas, plantines o frutos

Podemos conseguir semillas de forma gratuita mediante el programa ProHuerta del INTA (entrega para la creación de huertas agroecológicas, en dos periodos: otoño-invierno y primavera-verano) en momentos específico del año. También se pueden comprar en viveros.

Si ya tenemos una planta con frutos, podemos guardar las semillas para realizar nuevas plantas. También podemos recibir semillas de personas que ya tengan una huerta ecológica. Aunque menos recomendable, se pueden utilizar semillas de las verduras que hemos comprado en una verdulería.

Se pueden adquirir plantines. 

Otra modalidad es comprar plantines con para comenzar a cuidar y que luego no dé frutos.

Sol y agua

Que a las plantas le dé el Sol es fundamental, dado que les aporta la energía básica. La escasez de luz directa hará que las plantas crezcan más despacio, débiles y tengan poco rendimiento.

Además del Sol, es importante la hidratación con agua. Es vital que el agua no esté contaminada con bacterias, residuos metálicos o hidrocarburos. Cada planta requerirá una cantidad diversa para su mejor rendimiento.

Tierra y sustratos

Vamos a necesitar una buena mezcla entre tierra negra, abono orgánico (generalmente compost de lombriz) y sustratos que colaboren a mejorar las condiciones: por ejemplo, vermiculita (da ligereza y aislamiento término a la tierra) y perlita (mejora el drenaje y controla la humedad).

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Luego, hay muchas variantes que pueden ser complementarias para nutrir y mejorar la tierra, también dependiendo de cada planta. Cáscaras de huevos molidas ayudará a la planta a darle calcio y que se prevengan la podredumbre; un poco de cenizas (que no esté mezclada con otros elementos que se hayan tirado al fuego, como cigarrillos o residuos) ayuda a regular la acidez (usar unas dos veces al año simplemente); el enraizante natural de lentejas colaboran en la germinación; y los granos de café usados tienen una gran cantidad de nutrientes que servirá de fertilizante natural.

¿Qué plantar?

Como poder, se puede comenzar a sembrar y plantar de todo. Claro está, dependerá de nuestra casa y los espacios correspondientes. Por ejemplo: podemos germinar una semilla de naranja pero sabemos que irá camino a ser un árbol. ¿Tenemos espacios para ella? ¿La podemos plantar en el jardín?

Algunas plantas de tomate pueden llegar a medir un metro y medio. Para tener papas, zanahorias o ajos, es importante la profundidad de la tierra.

"Las plantas con raíces superficiales como el perejil o las verduras de hoja no se extienden más allá de los 10 centímetros. En cambio, los tomates y los repollos tienen raíces más profundas y requieren, al menos, 30 centímetros de profundidad para desarrollarse con normalidad", precisa el INTA.

El tamaño aéreo "es el tamaño final que alcanza cada planta. Un ejemplar de rúcula puede medir entre 15 centímetros de altura y 5 centímetros de ancho; un repollo alcanza un tamaño de 30 por 30 centímetros y una planta de tomate, 40 por 40 centímetros", agregaron.

También es importante saber cuánto tiempo una planta puede estar en una maceta. El varía el tiempo transcurrido "entre el transplante o la siembra (en el caso de la siembra directa) y la cosecha. Este período puede demorar desde 45 días para la rúcula hasta siete meses para el tomate", explican.

Precios

El precio de la tierra fértil cambia dependiendo de la calidad del producto y si tiene o no sustratos. En algunos lugares venden bolsas de 40 litros (unos 24 kilos) a 550 pesos. También se puede conseguir con sustratos, 10 kilos a 700 pesos.

Hay que mezclar con la tierra fértil diferentes tipos de sustratos. Por ejemplo, el compost de lombriz, tiene un valor aproximado de 2.000 pesos los 50 litros (33 kilos). La vermiculita y perlita, cada una, tienen un valor de 1.300 pesos los 5 litros.

Los sobres con semillas generalmente rondan entre los 200 y los 300 pesos. Cada uno contiene una gran cantidad de semillas.

Como dijimos, las macetas tienen una extensa variedad de materiales, tamaños y formas. Las más pequeñas tienen un valor aproximado de 40 pesos (6 centímetros de diámetros, de plástico), pasando por una de 950 pesos (40 centímetros de ancho), hasta los 3.500 pesos (de 52 centímetros de alto, de plástico resistente). En esa amplísima gama de precios, se puede encontrar el recipiente ideal que buscamos.

Cada planta es diferente: guía completa

Cada verdura, hortaliza, fruta o aromática es diferente. Necesita suelos, sol, riesgos, espacios, tiempo y dedicación distinta para poder crecer. Te ofrecemos info resumida de cada una para que lo tengas en cuenta, sumado a un manual del INTA para saber sobre cada una y muchas más.

Acelga: prefiere aquellos sueltos, ricos en materia orgánica, se aconseja aplicar compost maduro antes de la siembra. Se siembra en forma directa, a chorrillo (con raleo). Puede hacerse todo el año, aunque en pleno verano puede fracasar por exceso de temperaturas.

Ajo: para la siembra del ajo deben utilizarse los "dientes" grandes y medianos de un ajo (externos de la cabeza), desechando los centrales, llamados "cunas". Prefiere los suelos no muy arcillosos, no debiendo presentar problemas de drenaje.

Albahaca: es muy sensible al frío, requiere clima cálido a cálido templado. El cultivo se inicia en almácigos protegidos en agosto para trasplantar al lugar definitivo a mediados de septiembre o comienzos de octubre, cuando la planta tiene unos 10 centímetros de altura (6 a 8 hojas). Conviene trasplantar el plantín con su pan de tierra y cuidar los riegos en verano. Se puede realizar otra siembra en febrero-marzo, que se trasplanta a macetas y se desarrolla en lugar protegido de bajas temperaturas.

Camote: es muy sensible a las heladas. Necesita un periodo de cuatro meses libre de heladas con temperaturas cálidas para prosperar inclusive por las noches. Por debajo de 15 grados detiene su crecimiento. Desde el trasplante a cosecha, pasan 130 a 150 días. El rendimiento se estima entre 2 y 2,5 kilos por metro cuadrado.

Berenjena: necesita de 4 a 5 meses libre de heladas. Necesita unos 25 grados de temperatura óptima. Se siembra en almácigo protegido en los meses de julio-agosto, para trasplantar en septiembre-octubre.

Cebolla: durante el crecimiento tolera temperaturas bajas, pero para formar bulbo necesita temperaturas más elevadas (20-25 grados) y días largos, es decir de 12 a 16 horas de luz aproximadamente. Se realiza almácigo y trasplante. El almácigo se hace con una distancia de 8 centímetros entre surquitos.

Lechuga: se desarrolla bien en climas templados frescos. La siembra es directa a chorrillo (con raleo), con una distancia entre líneas de 40 centímetros, utilizando 2 a 3 gramos de semilla cada 10 metros cuadrados lineales.

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Pepino: se desarrolla mejor con temperaturas altas. Se siembra en primavera, de septiembre a octubre y también febrero.

Perejil: prefiere los climas cálidos, resiste muy bien el frío. Puede sembrarse todo el año, pero la mejor época es a fines de primavera y en otoño. Se siembra en forma directa, en líneas distanciadas de 40 centímetro o siembras densas al voleo, a una profundidad no mayor de un centímetro.

Pimiento: es de clima templado y cálido. Se siembra en almácigos, de julio a septiembre, y se trasplanta en septiembre y octubre (40 a 60 días desde la siembra). El trasplante debe realizarse cuando las plantitas hayan desarrollado por lo menos 4 o 5 hojas (10 a 12 centímetros de altura).

Remolacha: se siembra todo el año, evitando los meses más calurosos: en forma directa a chorrillo (con raleo), en hileras separadas a 40 centímetros o en surcos dobles.

Tomate: es poco exigente en cuanto al suelo. Se siembra en almácigos desde fines de julio a noviembre (en agosto con protección mediante túneles de plástico, cajones) según la zona y posterior trasplante. Para los almácigos se recomienda la siembra en línea, utilizando 5 a 6 gramos de semillas por metro cuadrado.

Zanahoria: requiere un suelo bien trabajado, de buena estructura, desmenuzable; no acepta suelos secos, sino que se debe mantener en forma continua la humedad adecuada. La época de siembra es la primavera temprana y verano temprano. Tarda en madurar alrededor de 60 a 85 días. Se comienzan a cosechar las plantitas cuando tienen el tamaño de un dedo.

Zapallo: precisa un período libre de heladas de 4-5 meses. El período de siembra es de septiembre a noviembre.

Zapallo redondo: necesita unos 80 días de período libre de heladas. Se siembra en primavera, pasadas las heladas. Cuando el fruto está verde claro es el momento de cosecharlos, a los 50-60 días podemos empezar a cosechar cuando alcanzan unos 5-10 centímetros de diámetro.

Contacto: msosa@mendozapost.com

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