Un docente sanjuanino leyó a sus alumnos un texto de Hernán Casciari, una versión apta para ser leída a los menores. Los chicos quedaron fascinados, buscaron en internet el original que contenía algunas "malas palabras" y ahora el docente fue suspendido.
En tiempos en que los chicos no leen, castigan a un profe que intentó la utopía
Las pruebas Aprender dieron resultaron desastrosos en materia de Lengua. Uno de cada cuatro alumnos argentinos no solo no lee sino que no es capaz de interpretar un texto simple. Hoy un chico de quinto grado no distingue estructuras básicas como el protagonista, la introducción, el conflicto y el desenlace. Mañana, cuando sea un adulto, meterá cualquier papelito de colores en una urna, firmará contratos que lo hunden y será un engranaje más funcional a la puja del poder.
En medio de este panorama que avizora un futuro negro, un docente intentó la utopía. Después de años de leer en las aulas el anacrónico Cantar de Mio Cid, un profe sanjuanino intentó algo diferente: ofrecerles a los chicos un texto moderno, fresco, actual, de un escritor contemporáneo que atrapa a un público jóven. Una receta más que tentadora para intentar que los jóvenes larguen por un rato el celular y descubran la lectura.
El cuento que eligió el docente Juan Nicolás Esquibel de la escuela Normal Superior Sarmiento de San Juan se llama "Canelones" y es del escritor Hernán Casciari. Juan fue correcto, el texto es largo y tiene decenas de adaptaciones para radio y televisión, pero él eligió una versión corta que omite cualquier tipo de palabras de lenguaje adulto.
El milagro ocurrió. Los chicos quedaron fascinados con el cuento y fueron a internet a buscar más textos de ese autor. Allí se toparon con la versión original, que es mucho más extensa y comete tres graves pecados: nombra las palabras "tetas", "culo" y "poronga". El docente eligió una versión apta para todo público. Sin embargo, algún padre se horrorizó y el profe terminó suspendido, a riesgo de perder su trabajo.
Ver: Pruebas Aprender 2021: en qué fallaron los alumnos mendocinos
La charla del autor del cuento con la ministra de Educación de San Juan
El tema escaló y trascendió a los medios nacionales. El autor del cuento, Hernán Casciari se hizo eco de la situación y llamó al docente, luego a la rectora del colegio, Marcela Herrera y finalmente a la ministra de Educación de San Juan, Cecilia Trincado. La ministra dijo que hay una jueza de menores actuando de oficio por el hecho. Sin embargo, el escritor reflexionó con ella acerca de la situación y el mérito del docente que no solo hizo leer a los chicos, sino que tuvo el acierto de elegir una versión acorde a la edad de los alumnos. Finalmente Trincado se comprometió a revisar el caso.
Ver: "Hay semi-analfabetismo en los chicos argentinos", asegura un especialista
El debate más allá del Ministerio de Educación, que en definitiva ante una situación denunciada por padres debe averiguar de que se trata, también la discusión se traslada a los propios hogares en los que las familias son testigos diarios de que los chicos consumen toneladas de palabras como "teta", "culo" y "poronga" en las redes sociales, pero si las ven escritas en un libro, vade retro satanás. Y después las estadísticas ilustran a generaciones que van a heredar su propia ignorancia.