El efecto del "vacunatorio VIP" es una guerra de nervios en la dirigencia de nuestra provincia. La lista de los vacunados que estudian los legisladores mete miedo por la posibilidad de encontrar vacunados privilegiados.
Listas de vacunados: Nadie quiere "ser Ginés" en Mendoza
"¿Oscar te vas a vacunar?", le preguntó entusiasmada la ministra de Salud Ana Nadal al subsecretario Oscar Sagás. El funcionario asintió y luego pasó al recinto para ser inoculado con la Sputnik V contra el coronavirus. Fue el martes 29 de diciembre y debe haber sido uno de los días más trascendentales para la vida pública de la farmacéutica a cargo del área de Salud de la Provincia.
Lo que nunca tiene que haber imaginado la funcionaria es que 63 días después de haberse inmunizado formaría parte de un listado de 25 mil personas que han sido vacunadas para verificar si lo hicieron de acuerdo al plan de vacunación y en orden a las prioridades establecidas para el combate de la pandemia.
Ayer se pudo ver el nerviosismo que esta lista ocasiona en toda la dirigencia política de Mendoza. Todos alimentan las dudas y las sospechas, sumado a las dificultades que representa haber digitalizado cada una de las 521 páginas que contienen el listado. La caja de resonancia fue el Senado provincial por un pedido del legislador opositor Marcelo Romano. La discusión de cómo procesar toda esa información fue el inicio de un clima pesado lleno de desconfianzas.
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La tensión fue en aumento mientras se fueron sucediendo los cruces entre oficialistas y opositores por la lista, por el soporte de papel en que el Ejecutivo la presentó y por la presunta escasez de información en la documentación. El dosssier que entregó el gobierno contiene nombres, fechas, DNI, y qué dosis se aplicó. Pero no discrimina departamento de origen, profesión, ni en el caso de los profesionales de la Salud, matrícula de los vacunados.
Hubo cuatro situaciones que transparentaron un escenario pantanoso donde todos tienen temor de hundirse en el escarnio público. Nadie quiere ser émulo de Ginés.
Las manos en el fuego
En el transcurso del día el tensiómetro político llegó a un punto de ebullición, cuando se supo que el gobernador Rodolfo Suarez les habría transmitido a los jefes parlamentarios de su partido que puede garantizar que "ni él ni la ministra" dieron orden de alterar el orden de vacunación, ni de vacunar a persona alguna por fuera de las prioridades.
La aclaración no hizo más que aumentar la densidad de la atmósfera donde se movían los dirigentes kirchneristas y radicales con sospechas recíprocas, el fenómeno de la desazón social que provocó el "vacunatorio VIP" se había traducido en desconfianza expandida entre los círculos de influencia. El temor compartido entre oficialistas y opositores es que en los departamentos, clínicas privadas, centros de salud, alguien se haya "colado" con pasaporte político.
El buscador peronista
Los referentes del PJ mostraron sus intenciones de explorar la lista y notaron que no podían determinar dónde habían sido vacunadas algunas personas ni la función que justificara la vacuna.
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Esto originaría un nuevo pedido de informes para llegar a tener más información y de ese modo llegar a tener certeza que la vacunación fue aplicada a la persona priorizada por el sistema de salud.
Además se supo que del mismo peronismo han digitalizado el PDF entregado por el gobierno, para poder buscar presuntos vacunados VIP por número de documento y por nombre. Hasta bien entrada la madrugada de hoy, tal rastreo habría resultado infructuoso.
La disonante y disidente Blandini
Andrea Blandini, la senadora peronista que está dispuesta a diferenciarse internamente de la conducción del PJ. Con esa impronta presentó un proyecto de resolución para que todos los funcionarios de cargos electivos y/o políticos firmen una declaración jurada comprometiendo a que no se colará en la fila de la vacunación abusando de su situación de poder, y tampoco facilitarán que sus familiares y cercanos cometieran esa inconducta.
Hay un sustrato familiar en la postura de Blandini que desde su banca prometió ser la última senadora en vacunarse luego de la población. El esposo y un hijo de la legisladora son médicos y ambos fueron vacunados pero esperando el turno y sin hacer valer ninguna influencia para ser vacunados antes. Discretamente, senadores oficialistas habrían preguntado a Blandini si conocía casos de inoculados VIP, lo que la legisladora habría negado.
Rufeil, el único intendente
El intendente de San Martín aparece en el listado. El diario político Memo consultó por qué había sido vacunado el 23 de enero y ahora aguarda la segunda dosis de Sputnik V.
"Rufeil es personal de la salud y nunca dejó de atender dentro de su especialidad, que es la pediatría" justificaron desde el entorno del médico intendente. También esgrimieron como argumento que el mismo Rufeil había realizados hisopados con reactivos que compró el municipio y que es enfermo de diabetes, por lo que tiene una enfermedad de base lo que lo hace una persona de riesgo al contagio del coronavirus" según se explicó.
Las próximas horas serán clave, mientras militantes de cada partido político se dedican a peinar prolijamente la lista en busca de prolijos y entenados. Como confió off the récord un calificado hombre del oficialismo, mientras en los departamentos circulan nombres que serán motivo de análisis: "Sabemos que Rodolfo y Ana no mandaron a vacunar a nadie. Pero nadie puede descartar que en alguna comuna, algún centro de salud, algún sanatorio, se haya vacunado alguna persona a quien no le haya correspondido".