Rubén Martínez recibió una paliza por parte de sus vecinos que se negaban a dejar de hacer ruido en plena madrugada. Le fracturaron la cara a pesar del llanto de su esposa que les pedía que pararan.
Pidió a sus vecinos que no hicieran ruido y lo desfiguraron en Guaymallén
Una familia mendocina vivió una madrugada de terror en Guaymallén, ante un frustrado intento de que sus vecinos dejaran de hacer ruido, en plena madrugada de un día laboral.
El hecho ocurrió en el barrio La Floresta, el pasado miércoles 16 de febrero. Un matrimonio y su bebé intentaban descansar, pero no podían hacerlo debido al ruido que estaban haciendo frente a su casa, en una propiedad en la que se habían reunido un grupo de personas.
Rubén Martínez se acercó a la vivienda para pedir que hicieran silencio y allí los hombres, quiénes se conocen del barrio desde siempre, comenzaron a golpearlo. Los agresores eran dos hermanos y otro sujeto que también participó del ataque.
Martínez yacía en el piso recibiendo patadas y golpes, sobre todo en la cabeza. Mientras tanto su esposa, con su beba en brazos, pedía a gritos que frenaran, pero los violentos hicieron caso omiso. La mujer tuvo que pedir ayuda a un vecino que logró rescatar a la víctima y en el intento también fue atacado. Mientras esto ocurría llegaron al lugar cuatro móviles policiales pero no lograron dar con los autores del hecho ya que se encerraron en la casa, según contó al Post la esposa del hombre agredido.
Con profundas lesiones en su rostro, Martínez fue trasladado al Hospital Central donde le diagnosticaron fractura del maxilar superior que casi le ocasiona la pérdida del ojo, costillas fisuradas, lesiones en la boca y en las orejas. Incluso le quedó la marca de una zapatilla en la cabeza.
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Luego de la atención médica, la familia radicó la denuncia en la Oficina Fiscal N°18 de Guaymallén.
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