A pesar de estar conformes con el manejo de la situación, no pueden cruzar a Mendoza desde marzo del año pasado. Restricciones, inflación y la realidad de los extranjeros.
Mendocinos en Chile: cómo se vive la pandemia del otro lado de la frontera
Mendoza y Chile siempre han tenido una relación especial: por su cercanía, es uno de los destinos más elegidos para vacacionar o para una escapada y la mayoría conoce a alguien que vive del otro lado de la Cordillera. Sin embargo, desde marzo del 2020 hay gente que no ha podido cruzar la frontera.
Andrea y Leonardo viven, junto a sus cinco hijos, hace ya varios años del "otro lado". Son mendocinos que fueron a probar suerte y se quedaron. A ellos, como a tantos otros, les tocó vivir la pandemia lejos de su familia y llevan ya más de un año sin poder visitar Mendoza.
Eso ha sido quizás lo más duro para ellos, en este contexto que sigue dejando historias para contar: "Cerraron las fronteras y no pudimos viajar a ver a nuestras familias. Nos quedamos de este lado, viendo todo el año cuándo abrían el paso o que requisitos pedían, pero no pudimos ir", relata Andrea desde Santiago en diálogo con el Post.
Andrea, que tiene 36 años y trabaja en un colegio, dio detalles de cómo se vive el coronavirus en el vecino país: "El año pasado, cuando comenzó el virus, estábamos todos como con más miedo. Nos cuidábamos con el tema de salir y entrar a la casa, por ejemplo, llegábamos, nos sacábamos la ropa y nos metíamos a bañar. Estuve un buen tiempo que cada vez que alguno entraba o salía de la casa los hacía hacer gárgaras con agua con sal, porque decían que el virus se alojaba en la garganta y de ahí pasaban un par de horas hasta que recién te infectaba. Fueron muchos los cuidados. Este año fue totalmente distinto, como que ya estábamos más acostumbrados y resignados, pensando ?si nos tenemos que contagiar, nos contagiamos'. Como que nos cansamos de tantos cuidados y tantos miedos".
"Las restricciones que se tomaron acá en Chile eran según cómo estaba afectada la comuna, según los casos y la incidencia, nos ponían en cuarentena. Hay cuatro etapas del plan "Paso a paso": la uno es cuarentena total, no se puede ni entrar ni salir de la comuna sin salvoconducto en toda la semana, que es de lunes a lunes; en la dos, de lunes a viernes estamos en cuarentena y el fin de semana sí se puede salir; en la tres ya te dejaban que te juntes de a diez personas, permitían las reuniones familiares y no necesitábamos el salvoconducto para salir a comprar o salir en la semana; en la cuatro, que era de apertura, ya te dejaban salir sin ningún tipo de permiso, sin restricciones", explicó.
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Chile lleva dos semanas con la pandemia estabilizada y con el número de casos nuevos en torno a 6.000, por lo que el Gobierno empezó a levantar algunas restricciones aunque las clases, por el momento, siguen siendo virtuales.
A partir de esta semana, el toque de queda regirá desde las 22.00 horas, en vez de a las 21.00 horas, y hasta las 5.00 horas. A nadie se le ocurre incumplir con estas restricciones: "Si no tenías el permiso y te encontraban en la calle te llevaban preso, te ponen multas millonarias".
En contexto de pandemia, Andrea y su familia se encontraron con un problema bien ?argento': "Lo que más nos afectó fue el tema de la mercadería. Acá la inflación fue de cero toda la vida, desde que soy chica y vengo a Chile, las cosas siempre valieron lo mismo. Cuando empezaron las restricciones las cosas subieron. Subían una monedita todos los días, empezamos a sufrir la inflación. Los supermercados vacíos, faltaban cosas, costaba conseguir el aceita, la harina".
A pesar de llevar varios años viviendo en Chile, no son ajenos a lo que pasa en Argentina: "Sabemos por la familia que las cosas cada vez están peor. Hemos visto muchas noticias y nos da miedo que un familiar nuestro tenga que caer a un hospital. Sumado a que los precios siguen subiendo y los sueldos no alcanzan, es angustiante para la gente que conocemos. Hay mucha gente que me pregunta cómo hacer para venir para acá".
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Por suerte, ninguno en la familia se contagió hasta ahora. "Tenemos claro que el Covid no ataca a todos de la misma manera. El año pasado veíamos que atacaba a la gente grande, pero en este momento nos da miedo que se contagien los niños", reconoció Andrea.
Y subrayó que "la situación sanitaria dentro de todo es buena", aunque "los extranjeros tienen que ser lo que más la están sufriendo".
"Hay muchos venezolanos que cruzan por la frontera y acá se le ayuda mucho al que tiene el RUT chileno (es como el DNI argentino). Si no tenés RUT, arreglate sólo y como puedas. Hay muchos que vienen de afuera para vender y ahora no pueden estar en la calle, salió una ley de migración y sale carísimo hacer el trámite y a la gente que entró ilegal la subieron a un bus y la mandaron de vuelta. Para poder hacer el trámite, tenían que haber entrado legalmente", explicó.
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Y cerró: "Los que tenemos RUT estamos sin inconvenientes, el gobierno nos ayuda todos los meses; están tratando de evitar los despidos y si pasa el Estado te ayuda con los seguros de cesantía, te pagan la mitad de tu sueldo, te dan un bono si te bajó el sueldo del año pasado a este, etc".
Mientras tanto, la vacunación avanza y en Chile esperan tener a los mayores de 30 años inoculados con al menos una dosis para junio.
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