Claudia es docente y disfrutaba de sus vacaciones en San Martín de Los Andes cuando fue atacada por el animal. Quedó con una discapacidad y dice que nadie se hace cargo.
El drama de una mendocina embestida por un carnero en Neuquén
Claudia disfrutaba de unos mates y la belleza soberbia del lago Lácar, en San Martín de Los Andes, cuando ocurrió un hecho inesperado que cambió en un instante su vida. Un carnero se abalanzó sobre ella, la atacó y sufrió una fractura en su brazo que le dejó una discapacidad permanente. Ahora, esta docente mendocina lucha por recuperarse y lograr que alguna autoridad se haga cargo. Hay una dificultad: el animal pertenece a la comunidad mapuche. Los lugareños afirman que nadie se mete con ellos porque son "difíciles".
Cabe destacar que hay carneros que no son castrados porque se aprovecha mejor sus cualidades para producir lana y reproducirse. En ese estado, el animal tiene una conducta agresiva, según los especialistas. Por otro lado, según informaron testigos, el día anterior el mismo carnero había atacado a otra persona.
El hecho ocurrió el 7 de enero en el mirador Bandurria, frente al Lácar, uno de los espejos de agua que componen el llamado "circuito de los Siete Lagos". Claudia Gómez estaba en compañía de una amiga y abonaron cien pesos para ingresar al lugar ya que es un recinto mapuche y cobran entrada.
Allí permanecieron dos o tres horas, tomando mate frente al lago. Cuando se dirigían al auto, apareció detrás de un árbol un carnero enorme, un animal de más de cien kilos según el relato de la mujer.
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El carnero se abalanzó, la tiró al piso y ella se golpeó en la cabeza con un tronco. Allí la oveja macho le dio una corneada en el brazo derecho que le causó una fractura gravísima: le desprendió la cabeza del hueso húmero. Claudia perdió la conciencia, recibió otro golpe hasta que finalmente lograron ahuyentarlo.
La docente mendocina fue asistida por su amiga, un grupo de jóvenes que pescaban en el lugar y una pareja. La llevaron en ambulancia al Hospital Carrillo de San Martín de Los Andes donde le dieron los primeros auxilios y luego regresó a Mendoza vía aérea.
Ya en la provincia fue operada en la clínica Arizu. Los médicos tuvieron que colocarle una prótesis en el sitio donde iba la cabeza del húmero. Ahora se encuentra realizando rehabilitación a diario para recuperar algo de movilidad, aunque un porcentaje de discapacidad será permanente.
"Esto me cambió la vida. No tengo fuerza en el brazo, hay cosas del día a día que ya no las puedo hacer". Claudia se vio obligada a cambiar el auto ya que no puede volver a conducir, ahora debe utilizar un modelo con caja automática. Otra de las complicaciones es el trabajo. "Yo estoy al frente de un colegio, necesito trabajar 14 horas por días, sin embargo, más de cuatro no resisto".
¿Quién se hace cargo?
En paralelo a su recuperación, Claudia comenzó a buscar a los responsables legales del hecho. Según el relato de los médicos, si ese golpe se lo daba en el pecho, le podría haber causado un neumotórax del cual quizás no habría sobrevivido. Si la víctima era un niño, lo mataba.
Los responsables del carnero son los miembros de la comunidad mapuche que administran el ingreso al mirador Bandurria. Sin embargo, letrados de Neuquén admitieron a la mujer que es muy difícil llevar adelante un litigio contra ellos. Si bien continúa intentando formalizar una denuncia para que no haya que lamentar una víctima fatal, por el momento nadie se hace cargo y los carneros, siguen sueltos.