Es por el alquiler de una planta de asfalto. La Municipalidad es querellante. Tiene pendientes un juicio oral por enriquecimiento, una apelación por la mucama ñoqui y dos juicios más en marcha.
Lobos a juicio por otra causa de corrupción
El ex intendente de Guaymallén Luis Lobos deberá sentarse en el banquillo de los acusados nuevamente, en otro juicio por corrupción en perjuicio de la Municipalidad. Es porque el Ministerio Público Fiscal elevó a juicio oral y público el "Caso Wanka", una de las causas contra el ex intendente que apareció en el medio de otras denuncias que también prosperaron. Esta vez se trata del alquiler de una planta de asfalto, vehículos y operarios en diciembre de 2014, con todo tipo de irregularidades. Desde pagos anticipados que no correspondían, pasando por darle el asfalto del departamento a una empresa que no tenía equipamiento ni se dedicaba al rubro, hasta el costo excesivo que se pagó, porque con el dinero que gastó la comuna debieron asfaltarse unas cien cuadras, y se llegó apenas a 30.
Lobos está en la mira de la justicia desde que en diciembre de 2014 este diario publicó la investigación "Así se enriquece un intendente", llevada adelante junto a un grupo de abogados comandados por Carlos Varela Alvarez. De allí y de presentaciones posteriores surgieron varias denuncias penales. Una ya tiene condena, y dos fueron elevadas a juicio. Una de ellas, la de enriquecimiento ilícito, originada en la investigación legal y periodística. Otra más tiene imputación, y hay otras causas en proceso.
Micrositio: el Caso Lobos, completo
En la instrucción del Caso Wanka la fiscal cuestionó el contrato, los pagos, la rescisión del convenio con costos onerosos, e incluso el rendimiento de la planta de asfalto. También, que el dinero que "supuestamente" debía llegar de Nación para el plan de asfalto, nunca fue girado. Y que aun así Lobos y Sampieri ordenaron y libraron los pagos. No había siquiera un plan de obras y les certificaciones del trabajo brillaban por su ausencia. Eran a sola firma.
Lobos tiene prontuario. Ya está condenado a cuatro años y medio de prisión efectiva por el caso de la "mucama ñoqui". Aquella que era agente municipal sin saberlo mientras era empleada del servicio doméstico en el domicilio de la suegra de Lobos, que cobraba el salario comunal de la mujer. En ese caso también fue condenada Claudia Sgró, la esposa de Lobos. No están presos porque la sala penal de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza no se pronuncia aun sobre la apelación del ex intendente. Además, Lobos pronto deberá enfrentar un juicio oral por enriquecimiento ilícito que debía hacerse este año pero que la pandemia demoró. Las pericias contables forenses de ese caso fueron lapidarias con Lobos y su esposa. No pudieron justificar ni siquiera sus bienes "en blanco". El expediente desborda de pruebas fulminantes y condenatorias. En otra causa el ex funcionario está imputado por alquiler de maquinaria vial y vehículos. Y finalmente, va a juicio oral en el Caso Wanka. En paralelo, enfrenta una demanda de "extinción de dominio". Es porque el Estado intenta resarcirse de los bienes que compró con dinero de la corrupción.
Conocelo: El "gurú" de Lobos y su esposa
Lobos no es el único imputado por el alquiler de la planta de asfalto. También lo están su ex secretario de obras públicas el arquitecto Federico Sampieri, y el empresario Roque Rodolfo Núñez, un jubilado de 72 años que presidía el directorio de la empresa Wanka SA, cuyo fundador fue en 2011 su hijo y empresario Cristian Núñez, un hombre de negocios de Guaymallén propietario de MCL Group y de varias empresas más, y de los emprendimientos inmobiliarios Sol Andino en los que Lobos, su mujer y otros políticos de Guaymallén tienen lotes. A Lobos y Sampieri les imputan defraudación a la administración pública, y a Roque Núñez, ser el partícipe necesario. Núñez padre era quien iba "todos los días" a la Municipalidad, dice el expediente, a exigir los pagos a Wanka, que Sampieri se apresuraba en cumplir.
La fiscal de delitos económicos Susana Muscianisi, la misma que llevó a Lobos a juicio en los casos anteriores inclusive en el de enriquecimiento ilícito, logró probar con razonabilidad suficiente como para llegar a juicio que Lobos y Sampieri hicieron maniobras lesivas a la comuna para favorecer a Wanka. Desde la existencia misma del contrato por 21,6 millones de pesos sin fondos disponibles, pero que igual se pagó, hasta la liquidación de facturas por trabajos que no se hicieron, o autorizar facturas de costos extras. La fiscal sostiene incluso que Lobos y Sampieri desoyeron alertas y descargos de controles internos de la Municipalidad, los que advertían especialmente que los fondos que supuestamente el gobierno nacional iba a aportar -hablamos de 2014, cuando era presidenta Cristina Fernández de Kirchner- no existían. Lobos pagó entonces con plata de la Municipalidad.
La fiscal en un escrito de 28 páginas en el que informa y justifica la elevación a juicio del caso hace diversas observaciones, que en conjunto configuran el fraude a la comuna de Guaymallén. La figura exacta es "Defraudación por administración fraudulenta". Y señala varios hechos concretos. El pago de facturas anticipadas por 1,8 millones de pesos aún antes de que empiecen los trabajos, el haber contratado a una empresa que no tenía que ver con el rubro, el pago de facturas sin hacer caso de advertencias internas, y hasta la malversación del mismo contrato. Como a veces la Municipalidad no tenía materia prima para entregarle a Wanka, entonces los camiones que la empresa había a su vez adquirido o subalquilado, se derivaron a limpiar cordones cuneta o acequias. Debe haber sido la limpieza municipal más cara del mundo.
La fiscal no pasa por alto el entramado de relaciones, denunciado en el caso por una ex empleada municipal. Y señala los vínculos entre la empresa Wanka SA y la firma propietaria de los desarrollos inmobiliarios Sol Andino. La fiscal no la especifica, pero es así: Roque Núñez, presidente de Wanka al momento del contrato, es padre de Cristian Núñez, quien fue fundador de Wanka e integró su directorio hasta 2012. A la vez, Cristian Núñez es dueño de MCL Group y de Sol Andino, donde Lobos y Sgró tienen lotes que forman parte del expediente por enriquecimiento ilícito.
Un detalle del Caso Wanka tiene tintes institucionales y políticos importantes. El intendente Marcelino Iglesias es querellante, es decir, es parte del proceso, donde será representado por el abogado Armando Chalabe.
El caso llegó a juicio luego que una presentación, Acción Procesal Administrativa ante la Corte, no tuviese el efecto que buscaron los representantes de Wanka, ya que los jueces no se expidieron sobre el fondo penal del asunto, motivo central de la investigación de la fiscal Muscianisi. Ahora, resta que el juicio tenga fecha y se citen a los numerosos testigos, casi todos empleados municipales, o de Wanka. Si eventualmente en este caso o en el de enriquecimiento Lobos sufriera nuevas condenas, irá a la cárcel.
El Caso Wanka tiene otros aspectos importantes. De los delitos en que está imputado, investigado o condenado, este caso es el único que se cometió -al menos en los papeles- luego de nuestra publicación "Así se enriquece un intendente". Ni siquiera la luz pública lo frenó. Peor es la valoración de la responsabilidad de los funcionarios, en este caso Lobos y Sampieri. En aquellos tiempos de crisis había reuniones de gabinete en las que se hablaba ajuste, que se terminasen las nuevas licitaciones, que se redujera la planta municipal, o que se produjeran ahorros de donde fuese. Eran épocas en que la participación municipal llegaba a cuenta gotas y atrasada, y las arcas municipales flaqueaban con dificultades incluso para pagar los sueldos.
Por lo que se ve, no les importó nada.