El baterista de The Rollings Stones murió este martes. Las lecciones que dejó el gentleman que fue cauto hasta para irse de este mundo.
Charlie Watts dejó algo más que swing
"Si Charlie no estuviera haciendo lo que hace con la batería, esto no podría ser real. Descubrirías que Charlie Watts es los Stones", dijo una vez Keith Richards en una entrevista a un medio argentino, durante una de las visitas de The Rolling Stones al país.
¿Cuánto valor cultural, histórico, tiene ser reconocido como el verdadero espíritu de la banda en la que tocaste por los últimos 60 años? Hay varios aspectos interesantes que ya no hablan de la música o del arte. Hablan de la humanidad, de las interpelaciones de este tiempo, tan ajenas y voraces respecto a las de los 60´.
The Rollings Stones, The Beatles, The Who, The Doors y tantos otros fueron voces, anestesias al dolor de la post guerra y fueron sobre todo una posibilidad. La vía de escape para una generación que necesitaba huír del statu quo, con euforia pero también con belleza, para encontrarle un sentido a la vida. Un lugar de pertenencia, que es lo que siempre ofrece la música.
La vista panorámica de la industria, a lo largo de los años, los encuentra a The Rollings Stones siempre estallando estadios y revoleando televisores por las ventanas de los hoteles. Excepto Charlie Watts. La antítesis del rockero mainstream, el baterista de esencia jazzera hizo de la discreción, la estampa y el swing los estandartes de su leyenda.
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¿Y por qué es tan importante Charlie Watts? Por lo que enseñó desde su sobriedad. Un señor de 80 años tocando la batería. Una banda que vino a decirle al mundo que la onda, la juventud, la vitalidad nada tenían que ver con el paso de los años. Aún ante generaciones cada vez más despistadas, donde ya no es tan fácil saber contra quién hay que rebelarse y se afianza el sentimiento de "los trenes que se pasan" y que hay edades para ser felices y edades para ser funcionales.
Charlie Watts siguió tocando, tal vez para dejar en claro la profecía que al final se hizo realidad. " I can't get no satisfaction ". Aunque ya no será tan fácil sentenciar que uno ya no está para ciertos trotes.