Adrián Guirín: "Al final, el estafado fui yo"

Fue condenado por estafar a decenas de mendocinos con la realización de eventos que no se concretaron. Después de recuperar la libertad, cuenta su versión de los hechos.

Adrián Guirín: "Al final, el estafado fui yo"

 Nadie vuelve a ser el mismo después pasar por la cárcel. Adrián Guirín (34), el dueño de Golden Fest, quien acaba de salir del penal no constituye la excepción. Producto de un ACV que le dio estando detenido, el hombre cuenta con su boca un tanto torcida (lo que le impide hablar con claridad) y además tiene problemas de locomoción a la hora de caminar.  Pero más allá de todo está libre después de cumplir su condena de 4 años acusado de 92 casos de estafas, ocurridas en 2016. 

En la casa familiares que le han dado asilo, vestido de camisa a cuadros ajustada -de cuando era más flaco) pantalón chupín de oscura tonalidad y con su sonrisa inclinada pero prmanente, recibió a este diario con la idea que de todo preso recién salido: "contar la verdad de lo que pasó", según afirma. 

- Ya es un hombre libre... 

- Bueno técnicamente debo esperar a fin de año cuando se cumplen los 4 años concretos, lo que me dieron es una libertad asistida en la que no puedo cometer delitos, drogarme, o tomar alcohol, algo que me tiene sin cuidado porque jamás me drogué y no tomo alcohol, aunque sí cometí un delito, uno solo. Tampoco puedo salir de la provincia. Todo es hasta fin de año cuando la pena esté completa. Entonces sí seré, como usted dice, un hombre totalmente libre. 

Ver: Pena cumplida: quedó libre el dueño de Golden Fest

- ¿Cómo llega de vivir entre lujos manejando autos de alta gama (Audi) y acariciado por el éxito a un lugar como la cárcel? 

- La empresa fue fundada en 2014 en Mendoza y no tuve problemas con los cientos de clientes que me contrataron. El problema salió por una denuncia que me hicieron por redes sociales. - El caso de la chica de su cumpleaños de 15... - Ese es el manso moco que me mando. Yo a las fiestas las financiaba y en ese caso particular el cliente no quería poner los garantes, entonces no hice la fiesta, esa es la verdad. Los eventos eran pagados por cuotas pero a la hora de los bifes había que poner garantes. El día de esa fiesta yo me fui a otro evento en Maipú, volví, no pasó nada y el lunes me saltaron las denuncias por Facebook. 

- Pero entonces la chica se quedó sin su festejo de 15; suena poco empático, ¿no?

- El 100% de mis denuncias son posteriores a cuando caigo preso, es decir que no había manera de que yo pudiera cumplir con toda esa gente. Las personas que me denuncian lo hacen antes de que sus eventos tuvieran lugar; me pedían la plata que yo no tenía y faltaban 6 meses, un año o dos para esas fiestas. Fue fruto del escrache. Me condenaron anticipadamente; es como se te dijeran ?usted dentro de un año va a matar, así que lo condenamos ahora', como una condena preventiva. 

- Pero en el juicio se dijo otra cosa. 

- Cuando llevaba dos años de detenido, el fiscal Garay me llamó y me dijo: "acá las cosas son así: metemos a todos los que trabajaban con vos presos y te cambiamos la carátula por asociación ilícita o vamos a un juicio abreviado y en diez meses estás en la calle y quedan todos felices". Fui al abreviado y nunca me fui en libertad cuando se cumplieron los diez meses. Entonces siento que el estafado fui yo, porque nunca me fui en esos diez meses que faltaban. 

- ¿Usted se hizo cargo de las estafas en el abreviado? 

- Sí. Durante ese lapso, Guirín fue víctima de un ACV estando detenido. Sufre de colesterol alto y la descomposición le dio mientras trabajaba en la zapatería del penal. "Cuando me llevaron al hospital central el médico que me revisó dijo que yo estaba drogado y me mandaron de nuevo al penal", cuenta el hombre. 

- O sea que volvió con el ACV a la cárcel. 

- En el penal me llevaron hasta Sanidad al arrastre porque ya no podía caminar, me revisan y me mandan de nuevo al pabellón. Al otro día no sentía parte de mi cuerpo, así estuve 4 horas hasta que alguien se rescató que me pasaba algo. Me trasladaron de nuevo al Central. Allí los médicos se dieron cuenta de que no podía caminar, hasta que mejoré. La idea mía de iniciar acciones contra el Estado es por eso, porque casi me muero y no se hizo lo que correspondía. 

- ¿Era la primera vez que estaba preso?

- Sí, y espero que la última. 

- ¿Qué pasó con las causas que tenía en Neuquén?

- Esas causas se cayeron todas, no hay nada y se puede comprobar por internet que estoy limpio de esas denuncias. De hecho en enero voy para allá que es donde nací y están mis hijos y no me van a detener ni nada parecido. 

- ¿Cómo fueron los días en que estuvo prófugo? 

- Fue apenas empezó todo esto. Una locura, de pronto me asusté de salir por todos los medios y me fui con mi pareja a la cabaña del Carrizal. Me buscaban 500 policías como si fuera Pablo Escobar. Fue bastante circense para un delito menor. Moralmente puede ser grave, pero para la ley los delitos graves son los robos con armas, los homicidios y las violaciones, esos sí que no pueden acceder a ningún tipo de beneficio. 

- ¿Hoy está en la ruina económica?; no tiene ni celular 

- No. Pero me va a costar reinsertarme con la fama que tengo.

Ver: El estafador de Golden Fest quiso "levantarse" a su suegra y lo echó de la casa

- ¿Y qué tiene en mente hacer? 

- Me quiero volver a Neuquén para rehabilitarme bien del ACV y estar con mis hijos. Quiero quedarme allá, que es de donde soy. Y después quiero volver a ser un emprendedor; no en el rubro eventos porque la noche es muy cansadora.

- En el juicio dijo que iba a devolver la plata a sus denunciantes. 

- Lo dije, pero el juez de instrucción Sarmiento me dijo que ya no tiene sentido, que ya he pagado mi error para encima pagar en efectivo los 4 millones que me endilgan. El sistema Guirín consistía en captar clientes (al momento de la detención eran 300) que pagaban un promedio de 3 mil pesos por mes para fiestas a futuro, con ese dinero hacía los eventos; se trataba de una suerte de clearing y "por otro lado, la gente podía acceder a fiestas que de otro modo no lo hubiera logrado. Nadie habla de las fiestas que sí se hicieron sin problemas y que fueron la gran mayoría", cuenta desde la casa de su tío donde está alojado. "De hecho, la empresa fue creciendo a partir del boca a boca".

- Usted llegó a manejar cinco salones de fiesta, según el juicio.

- Cinco y más, los dueños, los dueños me los daban porque se llenaban de plata conmigo. Durante el juicio, yo, iluso, pensé que me iban a apoyar, pero ni siquiera aparecieron, Como en el tango: 'el amigo que es amigo siempre y cuando le convenga'. 

- ¿Cómo fue el caso en que una jueza lo consideró demasiado inteligente? 

- (Se ríe) Sí, fue cuando me negaron el primer pedido de juicio abreviado. La jueza Mauricio, que se opuso, dijo entre otras cosas, que yo era muy inteligente y en caso de que accediera a algún beneficio, me fugaría. Pero no me considero un tipo inteligente; si lo fuera no hubiera terminado en la cárcel. 

- Ha dicho que tiene ganas de escribir un libro.

- Tal cual. Cómo pasa un tipo que vivía una vida de lujos a quedar confinado en una cárcel de un día para otro. 

- También tuvo su experiencia en el psiquiátrico El Sauce 

- Sí, también. Pero eso tuvo más que ver con una cuestión de seguridad con que estuviera loco. La gente del penal, debido a que se hablaba que me había quedado con millones de pesos, decidió protegerme en El Sauce; pero fue una experiencia horrible. Prefiero mil veces la cárcel; y eso que estuve en San Felipe, Almafuerte y Boulogne Sur Mer.

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