Fernando Guzzo apelará ante la Corte la sentencia de 3 años y 9 meses de prisión, antes de conocer los argumentos. Para el magistrado, el tribunal no tuvo convicción sobre su propia sentencia.
Para el fiscal, lo de Silva "fue más grave que un accidente"
El fiscal Fernando Guzzo confirmó hoy que apelará la sentencia dictada por el Tribunal de San Rafael, que condenó a tres años y nueve meses de prisión a Julieta Silva por la muerte de su novio, el jugador de rugby Genaro Fortunato, ya que considera que no fue un accidente.
"Nosotros sostenemos desde el principio de la investigación que se trató de algo que es mucho más grave que un accidente y es obligación del Ministerio Público apelar, ante una condena tan disímil con lo que nosotros tenemos probado con la investigación", dijo el fiscal Guzzo, en conferencia de prensa.
El fiscal que llevó adelante la causa se mostró sorprendido por la sentencia, a la que calificó como "bastante inédita" y de la que dijo espera leer los argumentos para luego presentar la apelación a Casación.
"Nunca vi que un tribunal anticipe la falta de convicción sobre su propia sentencia antes de leerla"
"Aún no puedo decir los argumentos de la apelación hasta tanto no tenga la lectura del fallo. Pero lo que vamos a buscar con la presentación es que esos criterio que aparecen tan diferenciados encuentren una resolución que sea la definitiva y que la Corte zanje esta discusión", explicó.
Guzzo se diferenció de la posición de los jueces del Tribunal y sostuvo que durante las audiencias del debate quedó probado que "esto fue una conducta dolosa" y que la víctima y Silva eran pareja, que hubo una discusión previa antes de la muerte del rugbier, y que no es posible que la mujer no haya visto al joven al atropellarlo con su auto.
Para el instructor judicial, la intención de matarlo "está en la mecánica del hecho". "En la mecánica que ocurrieron los hechos no había forma que si ella no hubiera querido matarlo el resultado no se hubiera producido. Es evidente que algún motivo súbito y repentino surgió en ese momento", consideró.
Este lunes, los jueces Rodolfo Luque, Julio Bittar y la jueza María Eugenia Laigle, entendieron que la acusada, de 30 años, atropelló al joven pero lo hizo sin intención de asesinarlo, por lo que entendieron que se trató de un accidente y la condenaron por el delito de "homicidio culposo agravado".
Además, el tribunal dispuso que Silva continúe detenida bajo la modalidad de prisión domiciliaria y le impuso una inhabilitación de ocho años para conducir.
La semana pasada la fiscalía había reclamado una condena de 14 años de prisión para la acusada, mientras que la querella pidió una pena de 20, y la defensa solicitó la absolución.
Las partes tienen 15 días para presentar la apelación de la sentencia.
El hecho ocurrió durante la madrugada del 9 de septiembre del año pasado a la salida de La Mona Bar, un lugar al que Silva, de 30 años, y Fortunato, de 25, habían concurrido unas horas antes.
Al parecer, el joven intentó detener la salida intempestiva de su novia del lugar tras una discusión, pero al colgarse del auto, la mujer giró en "u", lo atropelló y lo mató en el acto.