El ex funcionario se presentó el lunes en la fiscalía tras pasar el fin de semana escondido.
"Entré al dormitorio de Néstor y Cristina y estaba repleto de valijas con dinero"
En las últimas horas, Claudio Uberti encendió un ventilador que, muy lejos de llegar como una bocanada de aire fresco, incineró a varios ex funcionarios con brisa por demás candente. El ex titular del OCCOVI desnudó la locura de Néstor Kirchner por el dinero, reveló que sufrió maltratos físicos por parte del ex presidente y se describió como uno de los encargados de entregar coimas en el departamento de Cristina Kirchner.
"Yo le llevaba a Néstor Kirchner bolsos con el dinero que recaudaba de las concesionarias viales que estaban bajo mi órbita. Las entregas se hacían en el despacho presidencial de la Casa Rosada o en la Quinta de Olivos. También hubo entregas en el domicilio de De Vido", relató en su declaración ex funcionario.
Según el extitular del OCCOVI, "Cristina Kirchner estuvo presente varias veces en las que yo fui a dejar los bolsos, ella sabía todo lo que se hacía".
Uberti explicó que "el encargado de comunicarme mis tareas fue el ministro de Planificación, Julio De Vido. Me explicó qué había que hacer e incluso me fijó una meta que con el tiempo quedó desdibujada porque nada alcanzaba para satisfacer a El Malo. Debía recaudar USD 150 mil por mes de cada una de las empresas concesionarias que estaban en mi área".
"Un día entré al dormitorio de Néstor y Cristina y estaba repleto de bolsos y valijas con dinero", dijo Uberti
"Le entregué el bolso y le conté que una empresa había aportado solamente pesos; explotó, su ira fue tal que empezó a pegarle patadas al bolso y volaron los pesos por todo el despacho", reveló respecto de una oportunidad en la que no pudo recaudar dólares por parte de una concesionaria.
Al mismo respecto, Uberti puntualizó: "Me maltrataban mucho. Un día, Néstor Kirchner repentinamente se dio vuelta en un avión en el que viajábamos los dos y me pegó sin ninguna razón aparente".
Y agregó: "En otra ocasión, en un viaje a Madrid, Kirchner se molestó con el jefe de protocolo, Rubén Zacarías, porque habían llegado tarde los diarios. Entonces lo miró a su secretario Daniel Muñoz y le pidió que le dé tres. Muñoz se paró y le dio tres trompadas a Zacarías que lo dejaron en el piso. ?Esto es para que sepas qué les pasa a los traidores', exclamó Kirchner al aire"
Más adelante, dijo: "Un día llegué con 10 millones de dólares. No estaban Néstor ni Cristina, entonces pedí conocer el dormitorio. Pero no se podía pasar. Estaba repleto de valijas, bolsos y mochilas con billetes".