El volcán chileno entró esta tarde a su "tercer pulso eruptivo", por lo cual se estableció un "alerta roja" para el país vecino.
Las impactantes imágenes de la nueva erupción del Calbuco
El volcán chileno Calbuco entró este jueves en erupción por tercera vez, tras los dos pulsos eruptivos ocurridos la semana pasada, informó el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin).
La nube emanada del volcán, situado en la sureña región de Los Lagos, tuvo una altura inicial de tres kilómetros pero luego se redujo a 2,5 y se dirigiría hacia el sureste, donde se ubican otras localidades que anteriormente no fueron afectadas por las erupciones, precisó el organismo.
El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, confirmó que la última erupción tiene una intensidad sísmica muy inferior a las dos anteriores, sobre todo si se compara con la primera, cuando la columna de ceniza alcanzó una altura de 17 kilómetros.
"Este es un pulso bastante menor al que hemos visto, sobre todo al primero", dijo Aleuy en una comparecencia ante la prensa.
"Por lo tanto, no deberíamos tener complejidades mayores. Hay que mantener la tranquilidad, no nos encontramos en una situación de peligro ni nada por el estilo", agregó.
El subsecretario precisó que se mantendrán todas las medidas de seguridad que se desplegaron a partir de la primera erupción del volcán, entre ellas una zona de exclusión de 20 kilómetros alrededor del macizo.
También se mantendrá el estado de excepción constitucional, que otorga a las Fuerzas Armadas el control de la seguridad de la zona afectada.
Aleuy reconoció que uno de los factores que preocupan son las lluvias pronosticadas para la región a partir del sábado, que podrían empeorar la situación de la zona que está recibiendo la mayor cantidad de cenizas y material volcánico.
El volcán Calbuco, situado a 1.000 kilómetros al sur de Santiago, entró en erupción la semana pasada después de 42 años y se ha mantenido activo desde entonces.
Los informes entregados por el Sernageomin indicaban que se mantendrían las erupciones, principalmente de cenizas, y que se podían generar lahares, que son flujos de agua proveniente del deshielo mezclada con material volcánico y sedimentos.
Tras la primera erupción unas 6.400 personas se vieron obligadas a dejar sus hogares.
Las cenizas del Calbuco han teñido de gris las zonas aledañas al volcán y han seguido avanzando, ahora en dirección hacia el sur y Argentina, como ocurrió también con las erupciones anteriores.
Fuente: Agencia EFE (texto y fotos)