El pasado lunes y martes los docentes de secundaria tuvieron sus "Jornadas de Perfeccionamiento". El análisis de una profesora y periodista las tira por tierra.
En primera persona: "Las jornadas docentes son una porquería"
Que son obsoletas. Que son una pérdida de tiempo. Que no se adecuan al contexto. Que no sirven.
Las "Jornadas de Perfeccionamiento Docente" parecen ser de todo menos un par de días para mejorar la calidad educativa. Se realizan hace varios años -y varias gestiones-, pero la opinión de los profesores sigue siendo la misma: que no sirven.
Nimsi Franciscangeli es periodista en radio Mitre Mendoza y, además, es profesora de lengua en un CENS. Ella lo dice clarito: "Son una porquería, así literalmente, porque no están adecuadas a los tiempos que estamos viviendo en la educación", disparó.
Con su mirada periodística, que le da la posibilidad de alejarse un poco de su lugar de docente para tener una observación más amplia, Nimsi aseguró que los temas y los ejercicios propuestos carecen de validez porque no se tiene en cuenta los contextos diversos que tiene cada escuela.
"Los idóneos que están arriba -ironizó la periodista- diseñan actividades que tienen que resolver los docentes y que son básicamente estúpidas, como qué estrategias podés aplicar cuando un chico no puede elaborar un texto correctamente. Pero cuando vos das clases en una escuela donde los chicos tienen hambre, todo ese ejercicio no sirve de nada".
"El problema es que nunca se trata de fondo la problemática educativa. No se trata el tema de los alumnos que no comen, que se drogan, que son abusados, ni el embarazo adolescente, o los padres que no se hacen cargo de nada. Y no es que nosotros los docentes tengamos que resolver esas situaciones, pero sí somos testigos de lo que ocurre con los chicos y el Estado debería apoyarse en nosotros para poder intervenir en esas situaciones", subrayó.
En este contexto, Franciscangeli aseguró que, en lugar de aprovechar las jornadas para poner en la mesa los desafíos que tiene ahora la educación, "tenemos que estar cuatro o cinco horas haciendo ejercicios que ya hicimos cien veces y que ya sabemos que no sirven".
Nadie lee los resultados
No todas las jornadas son iguales. A principios de año se hacen las que se llaman "institucionales", que sí analizan la realidad de cada escuela. En ellas, todo el cuerpo docente analiza la realidad de su escuela: "ahí ves cuáles son las aulas superpobladas, cuáles son las problemáticas más importantes (embarazo adolescente, drogas, etcétera), pero el problema es que lo que después se redacta se supone que tiene que llegar a alguien que lo lea y proponga soluciones, pero nunca vemos resultados".
En cuanto a las jornadas de perfeccionamiento, como las que los docentes de nivel secundario tuvieron en los últimos días y que se llaman "Situadas", se trata de abordar por temas. "Por ejemplo, te hablan de cómo introducir nuevas tecnologías al aula, pero te dan ejercicios para que hagas con papel y lápiz, y muchas veces se las dan a docentes que trabajan en escuelas adonde no hay internet".
Franciscangeli reiteró: "El problema es que los que diseñan y redactan los contenidos de estas jornadas, nunca estuvieron en un aula, están sentados en un escritorio con aire acondicionado y con la panza llena del desayuno que les dan todos los días en la oficina. Es más, todos los prácticos que entregan desde el Ministerio de Educación vienen con errores ortográficos".