Cuatro millones de personas viven en la Argentina en zonas con aguas contaminadas con arsénico, un elemento químico que causa enfermedades y es cancerígeno, según un informe conocido en las últimas horas.
En ese contexto nacional, el conurbano bonaerense presenta en varios municipios sectores que se encuentran por encima del nivel recomendado por la Organización Mundial de la Salud, lo que puede exponer a la gente a enfermedades gastrointestinales, neurológicas, cardiovasculares, de la piel, problemas en el embarazo y hasta cáncer.
Los datos se desprenden del mapa de arsénico en aguas de consumo que realiza el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) en conjunto con la ONG Nutrired, según publicó Diario Popular.
El estudio se actualiza constantemente y posee 450 muestras enviadas por vecinos de 100 localidades de todo el país que luego fueron analizadas.
"El consumo prolongado durante 10 o 15 años de un agua que contenga esas grandes cantidades de arsénico genera una enfermedad que se llama HACRE (Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico).
"Produce dermatitis, erupciones, trastornos gastrointestinales, anemia y puede desencadenar en algún tipo de cáncer, como de pulmón y de piel", detalló Stripeikis, director del Departamento de Ingeniería Química del ITBA.



