El viejo edificio se encuentra abandonado y deteriorado, muy lejos de estar apto para guardar este tipo de residuos.
El crematorio de Capital, precario depósito de pilas
Desde hace tiempo, la Municipalidad de Mendoza, por medio de la Dirección de Gestión Ambiental y Desarrollo Urbano, lleva adelante un programa de recolección de pilas y baterías, que recolecta, según sus propios números, un estimado de 4.5 toneladas de pilas al mes. El problema, sin embargo, es dónde terminan esos residuos.
Las pilas alcalinas arrojadas a la basura pueden causar graves problemas ambientales, debido a los metales pesados en su interior, litio, plomo, o cadmio, además del mercurio. Se estima que una sola pila puede contaminar aproximadamente 5.000 litros de agua. Por ello, este tipo de residuos debe ser separado de los residuos comunes, y guardado en celdas especiales de contención que evitan la contaminación de agua y suelo.
Según pudo saber el Post, las pilas recolectadas por el municipio van a parar a un “depósito provisorio”, que no es otro que el antiguo Crematorio del Cementerio de Capital, en desuso desde hace varios años.
Las imágenes son elocuentes por sí mismas. No solo se trata del Crematorio de Capital un lugar no apto para el depósito de estos residuos, sino que el edificio se encuentra en un estado de abandono y precariedad. Muchos de los tachos se encuentran destapados, e incluso se pueden apreciar pilas y baterías de celulares reventadas y desparramadas por el suelo.
Dentro del depósito se cuentan al menos 15 tachos de plástico azul de 200 litros, llenos de pilas, y el doble de tachos pequeños, de 8 litros, tipo aceitunero, también cargados. Además, hay cajas con distintos residuos electrónicos, como teléfonos viejos y cargadores.
Desde el municipio explicaron que anteriormente compartían un depósito con el departamento de Godoy Cruz, y que tras ser clausurado este, comenzaron a llevar las pilas al cementerio, y que el lugar se trata de un “deposito transitorio”, que está siendo refaccionado para que sea apto para recibir las pilas. El problema es que los residuos ya llevan un tiempo allí, con las refacciones supuestamente en curso.
El viejo crematorio se encuentra muy deteriorado y abandonado, por no agregar los problemas de vandalismo que vive cotidianamente el cementerio. Precisamente, en estos momentos, están instalando un portón nuevo en el edificio del crematorio, ya que durante el fin de semana pasado sufrió un robo de los suministros que allí se guardan.
Según explicaron, por carecer de un lugar adecuado para el guardado de las pilas, y sin obtener una respuesta desde la provincia, tomaron la decisión de convertir el crematorio en este “depósito transitorio”.
En tanto, el Post buscó hablar con algún encargado a nivel provincial, pero desde Gobierno explicaron que la recolección de pilas es una labor municipal, que cada municipio gestiona de manera independiente.
Nuevamente, las imágenes hablan por sí solas. Si el viejo edificio del crematorio puede ser reacondicionado y convertido en un depósito adecuado para pilas y baterías, suena a un buen uso de un edificio abandonado. Sin embargo, los residuos llevan meses allí, y las refacciones, en el mejor de los casos, están apenas iniciadas.