El Post como testigo. El hall como sala de espera menduca.
Una mañana en un hospital del PAMI
Los señalamientos respecto del Hospital Privado, no son nuevos. En 2010, trascendió el caso de una mujer que debió esperar más de seis horas para que un traumatólogo atendiera su quebradura de muñeca.
El dato no es menor, ya que se trata de un centro asistencial que se dedica a atender personas afiliadas al PAMI.
En ese contexto, Mendoza Post decidió pasar una mañana en ese centro de salud, ubicado en la calle Mitre 667 de Ciudad.
Allí, cada mañana docenas de familias llegan para intentar atender sus dolencias físicas.
Estando allí, este diario pudo constatar lo que solían ser rumores: los abuelos tienen largas esperas, son recepcionados sin demasiada intimidad; la sala de espera resulta su "trinchera" durante varias horas, mientras no tengan que limpiarla, lógico; y los parientes deben hacer estrategias de logística para no tener a los abuelos en una silla de ruedas o simplemente sentados en la sala de espera demasiado tiempo.
En fin, en sólo una hora en la sala de espera El Post pudo observar diferentes irregularidades. A saber: