Los jueces del ex “camarón” podrían ser denunciados ante el Jury. ¿Qué paz negociaron Félix y los Intendentes, y La Cámpora? Novedades del caso que conmueve al país.
Quincho: Tupac, PJ, Maldonado, las tramas sensibles
Pocas tareas le daban más placer a Julián, que los preparativos para la cocina al disco. Había conseguido unos importantes trozos de roast beef, y se había dado a cocinarlos a puro fuego y hierro, y la alquimia de las especias, las salsas y algunas verduras que sólo los cocineros-brujos dominaban a la perfección.
Los leños ya calentaban el hierro. El gordo había cortado la carne en trozos grandes, del tamaño de una pelota de tenis, y los había sellado en oliva y manteca. De manera que guardasen sus jugos. De inmediato agregó abundante cantidad de cebollas cortadas en aros gruesos, algo de verdeo, unos dientes de ajo triturados con la palma de la mano de un solo golpecito, pimientos verdes y rojos, zanahorias en rodajas, y dejó que el fuego evolucionase un poco. El Ruso, su amigo de los negocios, le miraba trabajar, mientras seguía calculando la licitación de Lebacs de esta semana. Con el dólar nuevamente planchado, había vuelto la bicicleta. Se podía ganar hasta 10 % en dólares. Habían hecho una vaquita de 200 lucas entre los amigos, para entrar y ver qué pasaba.
Al ritmo de “Celebration” de Kool & The Gang que sonaba desde la compu, el gordo agregó al disco una buena cantidad de salsa casera de tomates, y una botella de un chablis que tenía en la heladera, sin etiquetar.
La magia del hierro y el fuego haría el resto. Sobre el final, Julián sumaría al disco las papas que estaba friendo en el caldero, a “la española”, en rodajas medianas. El Ruso miraba preocupado la potencia tipo “Bomba H” de la comida. Julián le adivinó el pensamiento:
- No me hinchés las pelotas. ¿No ves que hace frío, que todavía es invierno? – comentó, como para atajar cualquier atisbo de protesta.
En el cuadro que adorna la pared norte del quincho, la que da a Las Heras Hellhole, había una ceremonia de recepción. En silencio, y acomodados en una nube, el Chueco, el Alcalde, Raúl Querido y Néstor le daban la bienvenida al Omar Venier, que entró en silencio. Miró hacia las montañas de Mendoza, por última vez, y con sus carpetas repletas de expedientes encaró a negociar el ingreso a los Tribunales del Paraíso.
- Fue uno de los mejores penalistas que conocí - comentó el Chueco, antes de cerrar los portones.
…
Los muchachos se acomodaron, mientras el gordo pedía ayuda para trasladar el disco a la mesa. El hierro mantendría la comida caliente mientras cenaban. Ya habían dispuesto un par de bottles del Tomero Malbec, un vino de esos con los que no quedás mal jamás, a disposición. La charla se armó rapidito alrededor de la agenda. El Omar, el radical-radical-radical que habla con todos, incluso con los del otro lado; atacó primero:
- Julián… ¡Qué operación montó La Cámpora… Echaron la “falta envido” con 27 y arrugaron todos… los peronistas veteranos retrocedieron en chancletas…! – dijo el radical de la mesa, en referencia a los “amagues” de los pibes de cortarse solos con todo el kirchnerismo, y dejar en banda al resto del PJ. La primicia había salido en el POST, y los chequeos de la competencia demostraron que los cañones –efectivamente- estaban montados. Julián se rio con ganas antes de responder.
- A ver… los pibes son muy peligrosos. Y la pelea no es solo la campaña, o el posicionamiento del PJ, o si Omar Félix es más o menos, o nada cristinista, o si el PJ le va a votar o no endeudamiento a Cornejo…- anticipó el dueño de casa, sirviendo las primeras porciones de carne al disco, que estaba hecha una manteca.
- ¿Y entonces? – interrogó Ludovico, el hombre del PRO que había pasado la mañana comprando protectores solares para lucir la piel en Luján Playa.
- Vamos por partes. No se puede decir que hubo “operación”. Las objeciones de los kirchneristas a los intendentes y Félix son atendibles, pasa que los pibes equivocaron el camino y en vez de buscar la conversación interna, instalaron en la calle el tema del “divorcio” del PJ territorial. La pelea existe y va a subsistir un largo tiempo hasta que el poder peronista se reparta y se estabilice. Algunas cosas de las que se discuten trascienden la campaña, y no tienen que ver exactamente con las elecciones, sino con el reparto del poder del peronismo hacia adelante, y con los cargos extra poder, institucionales, que suele ocupar la oposición. Todos ponen el ojito en el Instituto de Juegos, donde tradicionalmente la oposición coloca un tipo. Todo el mundo quiere esa casilla. Félix tenía un nombre en carpeta, pero no sé cuál. Jorge Tanús impulsa al Diego Zacca, que ya formó parte del Casino como gerente de Legales… Y los muchachos de La Cámpora quieren el cargo, aunque no sé si tienen un nombre… si les dan el lugar, tienen que discutirlo en la mesa de Unidad Ciudadana- contó el gordo, repartiendo generosamente el Tomero en las copas Riedel que había logrado entrar al país en las épocas del cepo y la prohibición. El Omar se puso impaciente.
- ¿Pero qué arreglaron? ¿Cuál es el precio de la paz interna? ¿Qué les van a dar? – insistió.
El gordo ordenó las ideas con un trago de Malbec: - A ver… el viernes se tomaron un café “reservado” Omar Félix y Lucas Ilardo. Los intendentes, el propio Félix, no quieren aparecer ante la comunidad “cediendo” ante La Cámpora ningún tipo de demanda. Menos, en las cosas en las que no están de acuerdo. Pero los pibes consiguieron una victoria. Todos los candidatos de “Somos Mendoza” van a firmar una especie de “compromiso público” de “defensa de los intereses de los mendocinos”, donde habrá letra pedida por el kirchnerismo. Acordaron también repartir los cargos institucionales que son del PJ, y redefinir la “mesa chica” en función del poder ganado por cada uno en las PASO.
- ¿Y con el Casino? – preguntó el Ruso, interesado.
- Hay cinco cargos dando vueltas, incluido el del Instituto de Juegos. La idea es dejar dos para el sector de Félix, dos para el kirchnerismo, y uno para Tanús. Esto está más o menos hablado. Y el Omar quiere darles a los muchachos lo que pidan, aunque fuera el director del Casino, para que no haya despelote. Y después se verá… pero las cosas quedaron más o menos encaminadas…- dijo el Gordo. – Por lo menos, parece que la charla fue más amable que antes…- contó.
Y la mesa cambió de tema
Los jueces amigos de la Tupac
Los tribunales estuvieron hechos un hervidero desde el fallo de la Octava Cámara del Crimen, la de los amigos garantistas de Palermo School. El gordo preguntó qué iba a pasar con el famoso fallo, y si los jueces tenían razón, o no, en liberar a Nelly Rojas, a su familia, y mandar al tacho la investigación sobre los aprietes y el robo de fondos públicos de la Tupac. El Omar, que había estado hablando con varios jueces amigos, trató de ordenar el asunto.
- Vamos por partes. Para que se entienda: la fiscal Gabriela Chaves los tenía a todos encanados por asociación ilícita, formada para “robar manzanas”. Los jueces le dijeron “Mire… a lo mejor robaron –o no- manzanas y eso lo investiga la justicia federal. Pero seguro que no se pusieron de acuerdo, ni se organizaron con el plan de robar manzanas, por qué mejor no se fija si robaron peras…” ¿Se entiende? Y se cayó todo. Yo hablé con algunos amigos que vieron el expediente, y está “sobrado” de prueba. Pero los jueces cometieron la avivada de bajar las acusaciones diciendo que la fiscal no pudo probar que los tipos de la Tupac habían armado cooperativas para el “choreo”, pero no sobreseyeron a nadie, de manera de tener las cosas girando en el ámbito de la fiscalía, que debe hacer todo de nuevo. Tampoco se privaron de meter unas cuantas consideraciones políticas e ideológicas en el fallo…- dijo el radical del grupete.
- ¿Y entonces? – preguntó el Ruso, un poco perdido.
- Es política. Estos jueces pertenecen al ala garantista de la Justicia. Le reportan a Omar Palermo, en línea directa. Son amigos, compadres, colegas, compañeros de cátedra. Son jueces “militantes”. A ver… los defensores de la Tupac son el inclasificable –más por maleducado que por “ultra”- Alfredo Guevara y el ex camarista Horacio Báez, de Justicia Legítima, que anduvo por todas las audiencias, cuando no puede litigar porque está jubilado. Pero bueno… ponele que puede ser asesor… o lo que sea… los jueces de la Cámara entendieron que no es delito que una cooperativa te pida militar por alguien, o hacer política, porque sobre eso no dijeron ni pío, lo bordearon por el costadito. Miren… anoten esto: los jueces se van a comer una denuncia, o más, de las víctimas de la Tupac, ante el Jury de Enjuiciamiento…- dijo el Omar. El gordo dio un respingo.
- ¿Qué?
- Sí, viene de jury. Los tipos citaron en la resolución algunos argumentos que no se habían incorporado como prueba fiscal. Nadie entiende por qué… Pero básicamente, los van a acusar de ignorar la ley 20337 de cooperativas. Tiene un artículo que -en uno de sus incisos- dice que las cooperativas “no tienen como fin principal ni accesorio la propaganda de ideas políticas… ni imponen condiciones de admisión vinculadas con ellas… Vamos a ver, alguno abogados amigos me dijeron que les cabría prevaricato… pero no creo que en el Jury pueda prosperar una acusación tan dura como esta… de movida, no tenés los siete votos de la Corte… podés tener los oficialistas, y alguno más… Pero lo veo verde… igual… va a ser fuerte que los denuncien, y que el Jury tenga que decidir qué hacer.
- ¿Cómo son las relaciones entre estos jueces? – preguntó Ludovico, mientras se servía otra porción de la carne al disco. El gordo conocía la historia:
- A ver… partamos de una base: se trata de abogados brillantes, muy formados… ¿sí? La integración de esta cámara, que era una cámara de apelaciones a la que le decían el “Camarón” tuvo sus vueltitas. Los primeros jueces que la integraron fueron Ramiro Salinas y Luis Correa Llanos. Los dos eran de máxima confianza del ex Procurador, del “viejo” Rodolfo González. Pero lo traicionaron y se fueron con Palermo, su enemigo. Correa Llanos era fiscal especial, y Ramiro Salinas era el coordinador del Ministerio Público, cargo que hoy ocupa Teresita Day. Alejandro de Miguel tardó en entrar al tribunal. A los primeros, les tomó examen Omar Palermo, según los registros que hay. Palermo es su jefe ideológico y político. Son abolicionistas. Y tienen relaciones académicas entre ellos. En la cátedra de Derecho Penal de la UNCuyo, Palermo es titular, y Luis Correa Llano es Jefe de Trabajos Prácticos. En la Universidad de Mendoza, en Derecho Penal I, el titular es Horacio Báez, el ex camarista que les contó Omar que es del equipo de defensa de la Tupac, y Ramiro Salinas es adjunto…- contó Julián, y agregó:
- Que sean amigos, compadres, “cumpas”, colegas, compañeros de cátedra, o de cafetear en el centro, no los hace pasibles de un jury…
- Es cierto… pero en este fallo se pasaron de rosca…- dijo el Omar. El Ruso quiso sacarse una duda.
- ¿Por qué hubo peronistas como Cassia y Patricia Fadel que criticaron el fallo?
- Lo de Cassia es ideológico. Lo cree realmente. Lo de Patricia no sé, aunque hay una historia antigua que la vincula con el juez Alejandro de Miguel, que es una de los camaristas que firma este fallo.
-¿…?
- De Miguel estuvo al frente de un expediente muy complejo, de muchos años atrás. Fue cuando un sobrino de Patricia, Ezequiel Fadel, tiró de una trompada a Teodoro Calisaya, el papá del “Negro” Vicente. Fue en una discusión de tránsito. Calisaya estuvo grave y murió… La causa subió a juicio, y Omar Palermo fue el juez que dictó la condena. En aquel momento creo que le dieron dos años de prisión en suspenso… el pibe Fadel tenía 24 años… No sé si tiene que ver, pero es la historia que vincula a Palermo, a De Miguel y a la Patricia, que no es cualquiera. Es la presidenta del bloque de senadores del PJ, y además integra el Jury de Enjuiciamiento.
- Esto se va a “encarajinar” del todo…- reflexionó el Ruso.
- ¡Como todo en la Argentina!
- ¡Jajajajaaaaaaaaaaaaa!
La cena fue llegando a su fin. Después del suculento disco, esta vez no hubo postre. Sí un buen licor de manzanilla a modo de bajativo, y un café para combatir una de las últimas noches del invierno. Luego, los amigos partieron rumbo a los autos.
- Gordo… no dijimos ni una palabra del Caso Maldonado…
- Tengo mucho para contar. Va un título: “Plantaron” una periodista K en la investigación, una piba de Tiempo Argentino, simulando que era personal de la Procuración. Va otro más: La fiscal está preparando las imputaciones para todos los gendarmes, está esperando unas pericias sobre todos los teléfonos y las computadoras de tres batallones de Gendarmería. Y uno de yapa, la familia de Maldonado va a denunciar a la fiscal por “encubrimiento”, y en el tribunal hay bronca con Verónica Heredia, la abogada de los Maldonado, porque estuvo sola con el expediente unos 20 minutos, hace unos días, y “descubrió” que los libros de Gendarmería estaban adulterados. No le avisó a nadie y les enchufó la novedad en una conferencia de prensa. Lo último: el testimonio de Matías Santana, el mapuche de los binoculares, se está cayendo a pedazos. Ah… y hay unos videos de Santiago Maldonado el 29 en una manifestación en Esquel… pero de eso no puedo hablar.
- ¿De dónde sacás toda esa info? ¿Estás seguro?
- ¿Cuánto hace que nos juntamos religiosamente todos los fines de semana?
- A ver… Nueve años…
- ¿Y vas a dudar ahora de lo que te cuento? Acordate que -como buen peronista- tengo amigos por todos lados…
- Tenés razón… lo que pasa es que este caso, para variar, viene hecho una “galleta”.
- Te lo dije hace un rato…
- Sí… “Como todo en la Argentina”
Dicho lo último, los amigos se hicieron humo en el horizonte, silenciosos y reflexivos.