El dueño del astillero donde se encuentra el navío dijo que lo subastará porque la familia Cousteau nunca pagó la restauración. Había intenciones de convertirlo en museo.
El triste destino del Calypso, el mítico barco de Jacques Cousteau
Calypso, el barco en el que surcó los mares Jacques-Yves Cousteau, será subastado por los astilleros que lo reparaban después de que los herederos del difunto buceador no hayan hecho frente a los pagos adeudados.
Los astilleros Piriou anunciaron que enviarán una orden de embargo a la fundación Équipe Cousteau de la segunda esposa del marino para sacar a puja el navío, que descansa en un hangar desde 2007.
La historia se remonta a 1996, un año antes de la muerte de Cousteau, cuando el barco se hundió en un muelle de Singapur. La familia del explorador logró su rescate y su traslado a los astilleros Piriou de Concarneau, en el noreste de Francia, en donde se acordó su reparación a cambio de 1.737.000 euros.
Sin embargo, los astilleros reclaman que la familia del investigador, encabezada por su segunda esposa, Francine Cousteau y aglutinada en la Fundación Cousteau, no ha cumplido con los pagos estipulados, por lo que recurrió a la justicia, la que le dio a la familia hasta el jueves 12 pasado para pagar las reparaciones ya realizadas y retirar el barco del lugar.
Como ninguno de los dos compromisos se cumplió, el astillero resolvió rematar el barco en una fecha próxima aún no establecida.
Según el astillero, la Fundación no ha dado ningún indicio en cómo se propone resolver su deuda de 300 mil euros. "Haremos cumplir enérgicamente nuestros derechos en este triste asunto, sobre todo para poder saldar las sumas adeudadas y retirar el barco desde nuestras instalaciones. En ausencia de una clara propuesta formal de la Fundación Cousteau, vamos a empezar el proceso de incautación y venta de la embarcación", dijo a La Tercera Pascal Piriou, dueño del astillero.
¿Qué será del Calypso?
La idea original de la familia era convertir el barco en un museo itinerante, peros sus deseos también colisionaron con los de los hijos y nietos de la primera familia de Cousteau.
Celine Cousteau, nieta del explorador, se mostró partidaria de que el barco sea declarado Monumento Nacional en Francia, para reparar el buque y convertirlo en un museo, pero la Fundación Cousteau no quiere que se quede en tierra. Según la viuda, Jacques quería el barco navegando.
Jean-Michel Cousteau (hijo de Jacques), a través de su fundación Ocean Futures, aseguró que su posición es que el Calypso sea hundido en el lecho marino del Principado de Mónaco, donde están los restos de su madre, Simone.
"El Capitán Cousteau deseaba que fuera colocado en la universidad cerca de Marsella, como un símbolo. Jean-Michel mantuvo entrevistas con el alcalde de París para colocarlo debajo de la torre Eiffel", indicó Rubén Arvizu, miembro de la fundación.