El Post muestra por primera vez a algunos de los gitanos de Guaymallén. También se publica un racconto de los principales estafados.
Estos son los gitanos estafadores de Mendoza
La metodología es siempre la misma: se publica un aviso clasificado ofreciendo un ostentoso vehículo a un precio muy inferior al de mercado. Suele tratarse de camionetas.
Los incautos caen inmediatamente en el anzuelo, víctimas de su propia ambición. Dicho sea de paso, ¿quién no querría adquirir un auto de alta gama a la mitad de su valor?
La víctima llega a Mendoza y se dirige a ver el vehículo en cuestión. Su sola presencia, imponente y promisoria, convence al más escéptico, quien no duda en aportar los fondos requeridos por el decidido vendedor.
Es el comienzo de la estafa: jamás le será entregado el objeto que ha adquirido, ni tampoco recuperará el dinero pagado.
Los victimarios son los mismos de siempre, puntuales familias de gitanos que habitan en Guaymallén y que ofertan una y otra vez los mismos automotores a través de conocidas páginas web.
Los incautos, estafados en su buena fe, superan el centenar —algunos casos fueron publicados oportunamente por el Post— y, aunque han iniciado puntuales litigios judiciales, nada ha cambiado a la fecha.
A esta altura, las sospechas recaen en jueces, fiscales, policías y hasta abogados defensores.
El planteo es simple: siendo que los casos son calcados entre sí y que los estafadores son siempre los mismos… ¿cómo es posible que ninguno de los gitanos esté tras las rejas?
Por caso, siete de ellos se beneficiaron con condenas en suspenso, aún cuando admitieron los fraudes cometidos. ¿Cómo es posible, siquiera desde el sentido común?
Como sea, por primera vez este diario mostrará a algunos de los gitanos estafadores, señalados por los aquellos que llevan adelante juicios penales desde diversos puntos del país.
El primero de ellos se hace llamar Federico Juan pero en realidad se llama Alfonso Juan.
Este otro jura que se llama Damián, su nombre real se desconoce.
El tercero es Walter Esteban, aunque dice llamarse Samuel. Los tres operan en el km 1030 de la ruta 7. Son solo tres de los tantos gitanos que operan allí.
Uno por uno
Para entender la magnitud de las estafas de los gitanos guaymallinos, el Post recopiló algunos de los casos más resonantes que reposan en la justicia local.
-Carlos Eduardo Cuello, estafado en $360.000 por Federico (Alfonso) y Damián Juan.
-Damián Fernández, estafado en $350.000 por Jaya y Darío Esteban Marcovich.
-Hugo Ramón Barroso, estafado por Jaya y Natalia Volpe -su esposa- en $300.000.
-Fabián Beroisa, estafado en $107.000 por Esteban Marcovich Federico y Cristóbal Esteban.
Ver además: Están acorralados, pero los gitanos mendocinos siguen estafando
-Martín Gonzalo Domínguez, estafado en $160.000 por Jaya Marcovich, Federico Esteban y Expiro Esteban.
-Alberto Rodolfo Procopp, estafado por un valor de $370 mil por los gitanos del km 1029 Maxi, Pablo, y Matías Esteban.
-Diego Sánchez, estafado en $140.000 por diego Esteban, Daniel Esteban y Jorge Esteban.
-Rolando Tempestini, estafado por Jaya y Dario Walter Marcovih en $350.000.
-José Luis Roldán, estafado en $320 mil por los Marcovich.
-Rubén Bardelli, estafado en $650mil en diciembre de 2015.
-Miguel Oyetto de Etruria, estafado en $350 mil por Federico y Damián Juan.
-Rubén Bardelli, estafado en $650 mil por los Juan y Esteban.
-José Domingo Campos, estafado en 300 mil pesos por Daniel y Jorge Esteban.
-Jorge Alberto Visconti, estafado en 310 mil pesos por los Esteban Juan.
-Jorge Eduardo Vera Crespin, estafado en 18 mil dólares por Jorge Esteban, Nicolás David Esteban Milanovich.
-Juan Alberto Alarcón, estafado en $240 mil por Diego Armando Esteban
-Hugo Barroso, estafado en $300 mil por Marco Vichada y Natalia Volpe.
-Pedro Alexis Knorr, estafado en $320 mil por Marcovich y Jaya.
-Juan Alberto Alarcón, estafado en $240 mil por Diego Armando Esteban.
-Fabio Walter Domaszczuk, estafado en U$S 15 mil por los Esteban.
-María Decarre, estafada en $110 mil por Jaya y Natalia Volpe.
-Tomás Matto, estafado en $240 mil por Jorge Esteban y Diego Armando Esteban y Daniel Esteban.
Colofón
Hay muchos más casos, idénticos a los descriptos. Sin embargo, como se dijo, hoy no hay nadie preso por esta sucesión de estafas.
Peor aún, los gitanos de Guaymallén siguen publicando los mismos vehículos en páginas como Mercado Libre y OLX.
Si alguien duda respecto de la impunidad con la que se manejan, sepa que los teléfonos con los que se mueven siguen siendo los mismos de siempre. Ni siquiera han cambiado sus números.
Está claro que, como bien sostuvo alguna vez el escrito argelino Yasmina Khadra, “hay gente que está por encima de la ley. Viven en una impunidad total y son conscientes de ello, lo cual los vuelve aún más insolentes”.